Cuando estamos inmersos, desde hace muchos meses, en un proceso donde con las palabras se intentan ocultar los hechos y con los hechos se intentan maquillar las fechorías que gota a gota nos sirve este conglomerado socialista, no podemos extrañarnos que se declare legal una reunión que no lo es o que se nos niegue que Zapatero ha aceptado la autodeterminación de la comunidad vasca a la vista no solamente de lo que dijo sino de lo que está haciendo. No es que la mentira, el engaño y la manipulación, sea el aire que le da vida los socialistas zapateriles, sino que la traición, la prevaricación y la sumisión a lo más miserable de la raza humana, es condición indispensable de todos aquellos que con sus actos u omisiones respaldan y acompañan al presidente del gobierno en su sendero siniestro de profanación de las casi mil tumbas de españoles inocente y la befa intolerable a todos los españoles que nos negamos a morir para que la ETA resucite al tercer año y reine en los cielos euskaldunes.

La reunión del PSE con Batasuna, no solamente es ilegal, sino que además quién lo ha permitido, el siempre coherente consigo mismo Garzón, ha incurrido en un delito de prevaricación. Si en este país hubiese justicia, me refiero a que funcionase de verdad, Garzón sería procesado por prevaricar además con alevosía, y Patxi López acompañaría a Otegui en la cárcel donde se podrían reunir todas las veces que quisieran. Y pido cárcel para el líder de los socialistas vascos porque pedir infierno no es posible en esta vida. Pero su traición a la memoria, a la dignidad y a la justicia de tantísimas víctimas, entre ellas muchísimas de su propio partido, no merece otra cosa. ¿Es que ya se te ha olvidado, Patxi, cuando en el juicio por el asesinato de Buesa contemplaste como sus asesinos se burlaban y se reían de todos vosotros, cuando tú aún te sentabas en el banquillo con las víctimas?, ¿es que no se te cae la cara de vergüenza hacerte la foto con Otegui mientras está la madre de Josefa Pagaza, esa a la que has mentido y traicionado, en la calle defendiendo la dignidad y memoria de su hijo y de tantos asesinados que han pagado con su vida para que tú puedas disfrutar de una vida ahora sin amenazas?, ¿hasta dónde te estás tapando la nariz, Patxi López, para sentarte al lado de aquellos que han matado a compañeros tuyos, que han celebrado el asesinato del concejal socialista Juan Priede, sin que te den náuseas por tu propia conducta miserable?. Pero ya se sabe que esto de perder la vergüenza y la memoria por parte de los socialistas no es algo exclusivo con los demás, sino que también algunos se lo aplican para consigo mismos. Ahí tenemos a Ramón Jáuregui, amenazado hasta la extenuidad y rociado su escaño con cal viva, ahora que le falta dar vivas a ETA; o a Eduardo Madina, que estuvieron a punto de acabar con él los terroristas y lo postraron a una silla de ruedas, que utiliza su acta de diputado para insultar a Acebes y lanzar loas al diálogo con sus asesinos.

Pero la realidad no admite a engaños, y quien se engañe a estas alturas será porque lo desea. No se puede mirar hacia otro lado ni acallar a la conciencia cuando se está destrozando de esta manera la democracia y la libertad que tanto ha costado a los españoles y que otros han pagado por nosotros. Porque las víctimas de la ETA somos todos, todos hemos podido ser asesinados por esos criminales mimados y arropados desde siempre por el PNV y desde hace poco por el partido socialista. Una sociedad no puede darle la espalda a toda esa sangre inocente que ha corrido por España y que ha corrido por los españoles. Una sociedad no puede entregar su futuro y su libertad a unos asesinos que estaban en la UVI y que ahora Zapatero ha revivido solamente para ganar las próximas elecciones y para ser él el que acabase con la ETA, aunque la historia de verdad, esa que no escribe PRISA, dijera que fue la ETA quien acabó con los españoles gracias a su presidente del momento. Podrán Antxón, Txapote o Asier Carrera, reírse, burlarse y darle coces a la dignidad española en cada uno de sus juicios. Pero que nadie se olvide que lo que está haciendo Zapatero, lo que ha hecho hoy Patxi López, no es muy diferente a la risa y la chulería de los asesinos de la ETA cada vez que van a ser juzgados. Qué está haciendo sino Zapatero, qué ha consumado hoy Patxi Arana: pues la burla hacia los vivos y la chulería hacia los muertos.