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La crónica personal de Mónica Aguilera, segunda en los 100 km. del Sahara

“El tiempo es lo de menos, lo que cuenta es haber podido finalizar este reto. El sufrimiento ha valido la pena y me voy con el objetivo cumplido”

 

Túnez, del 9 al 12 de marzo 2010

 

Del 9 al 12 de marzo ha tenido lugar la 12ª edición de los 100Km del Sahara, una carrera por etapas que se disputa íntegramente en el desierto limitada a una participación total de 175 corredores.

 

En total hemos recorrido unos 100 kilómetros, del oasis de Ksar Ghilane al oasis de Douz, cruzando parte del desierto del Sahara tunecino en 4 días y a lo largo de 4 etapas, con parada en 3 campamentos.

 

9 de marzo Ksar Ghilane - Camp Bibene, 23 Km

 

El martes 9 de marzo se daba inicio a la primera de las 4 jornadas y la carrera empezaba entretenida con una zona de dunas que nos advertía de lo que íbamos a encontrar por delante. Esta primera etapa cubría un total de 23 kilómetros. Los primeros 4 resultaron ser un sube baja de dunas que requería un esfuerzo extra para correr pues te hundías continuamente en una arena muy, muy fina que hizo imprescindible el uso de polainas. Las dunas daban paso a un terreno algo más duro donde los ritmos de carrera se aceleraban. Yo, nada habituada a correr sobre terreno tan llano, esperaba algo más de subidas, pero sin duda alguna, esta parte del desierto del Sahara, mires para donde mires, es un inmenso llano de de arena solo roto por algún cordón de dunas de cómo mucho unos pocos metros de altura. Tras cruzar las dunas del Bibene ya se divisaba el campamento y con el corazón a mil revoluciones cubrí los 23,23 kilómetros de la etapa en 2h10 y como segunda fémina, a 6 minutos de la italiana Daniela Gilardi. Ya en el campamento se desató una tormenta de arena y lluvia como nunca antes había presenciado. La haima asignada al grupo de españoles, Jose Luis Murillo, Chema Molina y Patrick De Jong voló “literalmente” por los aires, y tuvimos que cobijarnos unas horas en la tienda comedor. Finalmente, y ya anocheciendo, las nubes negras daban paso a un rojizo atardecer espectacular y un cielo estrellado como pocos puedan observarse. Volvía la normalidad a un campamento que por unos instantes vivía momentos caóticos.

 

10 marzo, Camp Bibene - Bir el Ghif, 15 Km

 

El segundo día el sol hizo su aparición y ya con un calor más habitual del desierto del Sahara en el mes de marzo cubrimos algo menos de 15 kilómetros, en total y según los datos del GPS fueron 14,46 km. Sin duda alguna, resultó ser una etapa muy rápida, que básicamente seguía una pista antigua que conducía a un poco que al secarse ha provocado su abandono, encontrándonos mucha arena por la pista y multitud de pequeñas dunas que ralentizaban el avance.

 

Decían que esta era una etapa de transición y fácil, por transcurrir por un terreno bastante duro y muy corrible, aunque precisamente estas circunstancias la hicieron muy estresante por desarrollarse a ritmos muy rápidos. Fue necesario exprimirse de nuevo, y correr con las pulsaciones altas para mantenerse en posiciones delanteras. Pese a no favorecerme para nada esta distancia y ritmo de carrera, me llevé una sorpresa grata al ver que la primera chica, Daniela, solo me sacaba minuto y medio en la línea de meta situada en Bir el Ghif, completé la etapa en 1h08. Al finalizar la etapa, y en este campamento ya con una haima en condiciones intentamos reponer al máximo para prepararnos y mentalizarnos para la siguiente jornada: la etapa maratón.

 

11 marzo, Bir el Ghif - Bir Lectaya, 42 Km

 

La tercera jornada era para muchos el gran reto a superar, ponerse a prueba en el desierto para cubrir la épica distancia de un maratón. El desgaste físico de las dos primeras jornadas y el calor extremo del desierto fueron los principales condicionantes del día. El recorrido de lo que resultaron ser 41,78 km (según GPS) se desarrolló por zonas de dunas, pistas de firme duro y piedra y tramos de fuera pista. Yo me levanté muy descansada y muy recuperada de las dos primeras jornadas, ya por la mañana me sentía bien y sabia que podía correr bien. Proveyendo una carrera de unas 4 horas salí algo más lenta que los otros días pero a un ritmo intenso y sobretodo constante, consciente de que era mi oportunidad para recuperar tiempo a Daniela. Tras superar los primeros km, donde se encontraba la zona más complicada del maratón, uno de los Erg de dunas más espectaculares de la zona, imprimí un buen ritmo de carrera. Finalmente cubrí los cerca de 42km en 3h42 y me quedé a tan solo 3 minutos de Daniela, quien se consolidaba en cabeza de carrera.

 

La meta situada en Bir Lectaya se fue convirtiendo a lo largo del día en un emotivo lugar de reencuentro de todos los corredores. Superar esta etapa fue para mucho motivo de celebración y los sentimientos de unos y otros se respiraban en el ambiente. El festejo duró hasta la cena donde la organización nos ofreció champán para celebrar cada “victoria personal”. Esta fue la última noche que pasamos en campamento, durmiendo bajo las estrellas en el desierto sahariano.

 

12 marzo, Bir Lectaya – Douz, 21 Km

 

La última etapa de estos 100Km del Sahara no resultó nada fácil. Lo que podía parecer un día de “paseo” a meta resultó ser una exigente etapa de 20,33 kilómetros caracterizada por desarrollarse bajo un calor intenso y que incluía un tramo de 6 kilómetros de dunas, en algunas de ellas te hundías hasta la rodilla y el esfuerzo para no dejar de correr tenía que ser máximo. Aun consciente de que nada iba a cambiar en la clasificación, el espíritu competitivo esta siempre presente, y pese a notar ya el desgaste muscular de los kilómetros acumulados en las piernas, intenté llevar mi corazón al máximo para finalizar con un buen sabor de boca esta magnífica carrera. Corriendo por las dunas, ya de lejos se empezaron a divisar unas antenas e indicios de civilización. La Puerta del Desierto del oasis de Douz nos advierte de que la aventura se esta acabando. Dejamos atrás el desierto, sus dunas, sus infinitos paisajes y tras correr un último kilómetro y medio por asfaltado llegamos a la ansiada meta de esta carrera. Esta última jornada me lleva 1h54, y finalizó los 100 km con un tiempo total de 8h55:56, aunque el tiempo es lo de menos, y lo cuenta es estar compartiéndolo con los demás corredores el haber podido finalizar este reto. El sufrimiento ha valido la pena y me voy con el objetivo cumplido.

 

Ha sido una gran experiencia para mí, esta ha sido mi primera participación en una carrera por el desierto y un excelente test y entrenamiento para mi cercana participación en el Marathon des Sables también en el desierto del Sahara, pero esta vez en Marruecos, en el mes de abril. He tenido buenas sensaciones, aunque ciertamente no estoy acostumbrada a correr tantos kilómetros en llano y a ritmo. Así que estoy más que contenta por mi resultado final. Me ha servido de puesta a punto para Sables, he podido entrenar sobre arena y con calor, así como probar algo del material que voy a llevar a Sables. Soy consciente de que el Marathon des Sables será mucho más exigente.
Me llevo un recuerdo para siempre, una experiencia inolvidable Gracias a todos los que me habéis animado. Gracias Aure. Gracias Carlos, José, Chema y Patrick, me llevo una mochila llena de amigos que recordaré siempre.

 

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