Yolanda Jiménez

Los que han probado repiten en su mayoría, tanto si han acabado como si no lo han hecho. Yo por desgracia sólo pude hacer 74 km, pero reconozco que aun sufriendo, fue un día realmente memorable, donde volví a encontrarme con corredores que han pasado por Ávila para correr o que habíamos coincidido en otras carreras. En la salida nos hicimos todos una foto de recuerdo.

Charlamos de muchas cosas: recuerdos, proyectos, etc... y charlando, charlando casi no oímos el disparo de la salida. Este año la megafonía ha estado un poco ausente; siempre dan la bienvenida y hacen un cuento de los participantes y de los lugares de donde proceden. Al principio fui con Inés y otro atleta pero debido al calor que hacía, decidí frenar un poco (aún quedaba mucha carrera) y disfrutar de un paisaje con panorámicas inolvidables como ver “Manzanares El Real” con su castillo dominando el paisaje y a los pies el embalse de Santillana. Todo un lujo, la verdad.

A este tipo de carreras viene mucho tipo de atletas: los que quieren hacer marca, los que vienen a andar y acabar, los que hacen promesas, los que quieren superar retos, en fin, prueba de ello son los casos de: el mejor amigo de Óscar, que llevando su foto en la espalda de la camiseta, al morir, le prometió correr los 100km y acabarlos; o aquel chaval al que le faltaba una pierna e hizo todo el recorrido en bicicleta como reto personal; o el participante con más edad de la carrera (80 años) que se adaptó en la visera un ventilador; o mejor aún los 150km. que ha hecho Mariano Peinado para ayudar a Cruz Roja Internacional, vendiendo sus kilómetros.

El principal miedo que se puede tener en estas carreras es la soledad: aquí no pasa; aquí siempre encuentras a alguien  con quien ir, bien de día o bien de noche; el compañerismo está latente, incluso los chavales de los avituallamientos te animan, sonríen o prestan ayuda ( y están allí horas y horas por nosotros). El gran reto se supera no sólo con preparación física sino también psicológica (sino... estás vendido). Eso me comentaba Paloma, organizadora de los 100km/24h:

Yolanda.- Hola Paloma, me alegro de verte, qué tal estás?

Paloma.- Hombre Yoli, bien y tú?

Y.-Bien, oye, qué tal el recorrido de este año?

P.- Yo creo que entra dentro de las expectativas que tenemos, que sea llevadero pero con dificultades no muy excesivas; ten en cuenta que viene gente con unas edades... pero que en el fondo repiten y les encanta eh?

P.- Quizá sube un poco más el desnivel, bueno quizá no; es que sube. Tuvimos que buscar la mejor alternativa puesto que el pasillo del año pasado en el embalse había desaparecido. Estoy convencida de que ha sido la mejor alternativa. ¡Siempre nos pasa algo chica!. El año pasado dos días antes de la marcha, nos abrieron una zanja en las obras del aeropuerto por donde era imposible pasar y buscamos otro camino.

Y.- Hablas de marcha para referirte a los 100 km. por qué?

P.- Los 100km/24h están pensados para todo el mundo y eso quiere decir que la mayoría van a andarlo, por lo tanto es una marcha; luego hay gente como tú, que la hace corriendo. Así todos los años.

Y.- Por qué crees que la gente suele repetir este evento?

P.- Dímelo tú que llevas viendo unos años, ja, ja

Y.- Y lo que te rondaré morena, ja, ja,... ¿Hay alguna novedad éste año?

P.- Pues sí. Este año tenemos un chico de la zona, Mariano Peinado, que va a realizar 150km. en beneficio de Cruz Roja Internacional; y también dentro de las 24h. Un euro de cada inscripción se destinará a dicha organización. Espero que lo consiga. Te dejo que tengo que irme; te veo luego o sino el año que viene. ¡Suerte Yoli!

Y.- De acuerdo, y gracias Paloma.

Estos son los 100km/24h : una gran aventura que engancha y que este año, además, son solidarios. Para el año que viene.... más.