Ayer martes, cuando nos disponíamos a entrenar y hacer uso del gimnasio anexo a las pistas de atletismo, la persona encargada de su custodia nos dijo que no debería permitirnos el acceso porque Alberto no estaba en la lista. No obstante, nos abrió y pudimos realizar el trabajo que teníamos programado, lo cual agradecemos.
Recuerdo que hace cinco o seis meses, cuando ya era inminente la inauguración y puesta en marcha del nuevo gimnasio, se rumoreaba que los atletas pertenecientes al “Núcleo” y al “Centro de Tecnificación” tendrían el acceso garantizado, mientras que al resto se les exigiría algún tipo de garantía.
Gracias a aquellas interpretaciones libres de lo que sucedería en un futuro próximo me enteré de que en Ávila teníamos un ente atlético que se llamaba “Núcleo”, que no he logrado saber lo que es, aunque pienso que los que le dieron ese nombre se encuentren en las mismas circunstancias. También ignoraba que el “Centro de Tecnificación” que dirige D. Félix de La Fuente sin moverse de Valladolid y que gasta el 90% de su presupuesto en concentraciones (o sea en hostelería), tuviera una sucursal en Ávila.
Ante el panorama que se presentaba y teniendo en cuenta experiencias anteriores vividas, decidimos que lo más práctico era resolver el problema por nuestra cuenta. Para ello nos pusimos en contacto con don José Carlos Cubillo, director de la instalación, haciéndole saber de nuestra “penas y pesares” (esa es al menos la sensación que he sentido cada vez que he departido, durante estos años, con el director correspondiente de la instalación acerca de las necesidades del atletismo abulense). Quizá como su despacho está lejos de las pistas les cueste ubicarse en el espacio y comprendernos.
Don José Carlos Cubillo me dijo que entendía que lo más razonable sería que el Delegado Provincial de Atletismo confeccionara una lista en la que figurasen los atletas y entrenadores que podrían hacer uso de la instalación.
Inmediatamente llamé al Delegado Provincial para que tuviera a bien incluirnos a mí y a mi hijo en la citada relación, pero su punto de vista era diferente y discrepaba en la forma de hacerlo. A pesar de todo le convencí para que “intercediera” por nosotros y así pudiéramos entrenar en el gimnasio.
Durante estos meses, como es sabido, Alberto ha estado en León estudiando y entrenando. Allí ha podido utilizar el gimnasio, las pistas y el material que ha creído conveniente, sin necesidad de figurar en ninguna lista y, lo que es más importante, sin encontrar ninguna pega.
Ahora, que ha terminado sus clases y se encuentra en periodo de exámenes, decide venirse a Ávila para preparar, si es posible, mejor el Campeonato de España que tendrá lugar en apenas dieciocho días y se encuentra con la sorpresa de que no está en “La Lista”.
Como diría alguno de los personajes de Forges… “Gen Santa”
Juan Manuel Sánchez Pérez
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