Su gozo en un pozo, que se suele decir. Un partido que, a priori, como siempre hemos dicho, era asequible, por los resultados de pretemporada, por el de la primera vuelta y por el aumento en la compenetración de los jugadores abulenses, se ha convertido en una auténtica pesadilla que no ha podido conceder ni un set.

La mejor manga: la primera, sin duda. Aunque no exhibían un nivel muy alto sí es verdad que hicieron las cosas bien por el centro y por las alas porque la recepción y la defensa mantenían el tipo. Los abulenses se distanciaban por un par de puntos hasta que en el fatídico marcador 20-18 los de Aranda apretaron en el saque y les hicieron un 0-4 impepinable por la mala recepción. Después con un poco de concentración lo terminaron entre la rabia abulense.

El segundo set estuvo protagonizado por un seis inicial equivocado que no supuso falta de rotación pero que sí descentró por completo al siete abulense. El central y el colocador estaban en posición cambiada y la recepción no era la entrenada. Así los de Aranda se pusieron con hasta diez puntos de ventaja y sólo al final, al darse cuenta de que sí podrían hilar jugadas en ese seis, se pudo acercar el UCAV un poco pero no lo suficiente.

En el tercer set con la rotación correcta no pudieron desarrollar un buen juego y el Areté se mostró algo más contundente. Los centrales no entraron mucho en juego pues la recepción no se recuperó y con algunas fintas hundieron moralmente a los de casa. Poca historia más tuvo el set aunque no es que los abulenses bajaran los brazos del todo. En el último partido de casa, con algo más de público que lo habitual, no pudieron certificar la buena racha de Burgos.

El próximo fin de semana se desplazará el UCAV a Valladolid para intentar la machada y derrotar al Lourdes que sin un gran juego venció en Ávila.