Unas 2.000 personas disfrutaron el pasado domingo en la localidad abulense de Rivilla de Barajas de la cuarta prueba del Campeonato de Castilla y León de Supercross. Tras Coca, Valladolid y Osorno, los pilotos llegaban a La Moraña para deleitar a los aficionados, que pudieron contemplar una única carrera en la categoría sénior-júnior de 250 c.c., en la que no faltaron las caídas, adelantamientos imposibles y emoción hasta el último momento.

Los asistentes al espectáculo vieron subir al primer lugar del podio al madrileño Ángel González Esteban con una KTM 450, seguido del extremeño Cristian López con una Suzuki 450 y del cántabro David Castañeda con una Yamaha 450. Ellos fueron los tres mejores de una nómina de 25 pilotos que se inscribieron en la carrera, procedentes fundamentalmente de Castilla y León, aunque también los hubo de Madrid, Extremadura, Cantabria, Navarra y La Rioja.

Después de los entrenamientos celebrados el día anterior, se desarrollaron dos semifinales y una manga de repesca para disputarse la final con un total de 15 pilotos clasificados que debían dar 15 vueltas al circuito morañego. Ángel González se alzó con el triunfo al aprovecharse de la caída del palentino Jesús Martín Salinas que con una Honda 450 fue el dominador de la prueba, marchando en primera posición hasta la última vuelta en la que tuvo la desgracia de caerse, acabando después en quinto lugar.