El Óbila Club de Basket volvió a perder un partido a domicilio por un exiguo margen, en un choque donde fue casi todo el tiempo por delante en el marcador, con dominio en los dos primeros cuartos, pero luego Valdemoro se impuso en la segunda mitad. La derrota verderona en la cancha del Fundación Valdemoro Siglo XXI por un margen de tan solo cuatro puntos (78-74), estuvo marcada por el interesante duelo entre el local Javier Simón, que en una brillante actuación anotó 20 puntos y capturó 10 rebotes, y el visitante Dreke Bouldin, MVB de la LEB Bronce, que se fue a los 22 puntos y 6 capturas.

Con la baja de Nacho Elizagaray y Federico Castelló jugando poco más de un minuto, ya que se resintió de su lesión nada más comenzar un partido en el que prometía –había anotado cinco puntos en 63 segundos-, el Óbila tuvo que afrontar el partido con tan sólo siete efectivos. Una escasez de rotación que se notó en el tramo final del partido, ya que el cansancio de los jugadores visitantes fue determinante para que Valdemoro sacase adelante el encuentro cuando lo veía perdido en el último cuarto, que fue el peor de los abulenses.

El inicio del Óbila fue explosivo, llevando la batuta durante el primer cuarto y con una gran precisión en los lanzamientos, que condujeron a los de Antonio Cano a sacar ventajas en torno a los diez puntos, siendo Facundo Madoz el hombre más destacado en la faceta anotadora. La solidez de la defensa verderona contribuía a que los madrileños no pudieran encestar con facilidad en la canasta rival, llegando a perder de 15 puntos, aunque la ofensiva local facilitó que el resultado del primer parcial fuera de una diferencia de 11 puntos (19-30).

Decidido a remontar, el Valdemoro redujo distancias y sucesivamente se acercó con un parcial de 11-6, que ponía en peligro la ventaja del Óbila, que estuvo sin anotar durante buena parte del segundo cuarto. La reacción abulense no se hizo esperar y dos triples de Dreke Bouldin permtieron que su equipo se fuera al descanso con un electrónico señalando 30-46.

Tras pasar los jugadores por los vestuarios, el acierto en los lanzamientos desde la línea de 6, 25 facilitó al conjunto madrileño aproximarse a su rival, aunque las distancias a favor del Óbila oscilaban alrededor de la decena de puntos. Pero Valdemoro se acercó a una diferencia en contra de cinco puntos al finalizar el tercer cuarto (52-57).

Con tan escaso margen, afrontaba el parcial decisivo el equipo abulense, que vio como el rival le empataba a 66 cuando restaban cuatro minutos para el término del choque. Un triple de Gorka González puso por primera vez por delante al Valdemoro y ahí se acabó la vida del Óbila porque no supo aguantar hasta el final debido al esfuerzo físico realizado por sus jugadores durante el resto del encuentro, y vio como le pasaban los madrileños por delante, cediendo el partido por 77-71.

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