El Óbila Club de Basket ha dado un paso más para asegurarse el factor cancha en la fase de ascenso a LEB Plata, manteniendo aún opciones de ser campeón, tras imponerse al Real Madrid en un encuentro donde las únicas complicaciones que tuvieron los verderones fueron en el primer y último cuartos. Con este resultado el cuadro abulense se afianza en la segunda posición, encadenando su tercer triunfo consecutivo.

Se temía por el esfuerzo realizado por los jugadores que dirige Antonio Cano después del azaroso y a la vez venturoso viaje a Tarragona. No hubo motivos, dado que si bien el equipo local no realizó un excelente partido, la presión de la necesidad de la victoria por parte del rival pesó en el conjunto merengue, que no estuvo demasiado afortunado. El Real Madrid se jugaba en el envite el descenso y con su derrota en la cancha abulense está a expensas del resultado que se produzca hoy entre el Alaior y el Tarragona, ya que si vencen los menorquines, se consumaría matemáticamente la pérdida de categoría esta misma jornada.

El conjunto visitante tuvo las ausencias de Jorge Santana y Nikola Mirotic con el primer equipo. Poco aportó su principal referencia, Bojan Bogdanovic, siendo el jovencísimo base griego de 19 años, Nikolaos Pappas, su hombre más destacado, hasta el extremo de ser el más valorado y el máximo anotador del choque con 29 y 26 puntos, respectivamente. En el bando verderón, de nuevo Dreke Bouldin tuvo una buena actuación, surgiendo de las tinieblas donde se encontraba en los últimos meses Sergio Sánchez, que volvió a ser el jugador fundamental de otras veces.

Verderones y merengues arrancaron el choque con mucha intensidad, fruto de ello fue que el electrónico llegó igualado al final de los primeros diez minutos (24-24), con aciertos en ambos bandos en los lanzamientos desde la línea de 6.25. Ambos conjuntos eran conscientes de que el botín en juego era muy importante. Los locales querían dar un paso más para tener ventaja en los play off, mientras que los visitantes no deseaban perder la oportunidad de salvarse.

En el segundo cuarto, la línea de flotación del Óbila se vio castigada por el Real Madrid, dado que la defensa abulense hizo aguas, sin capturar apenas rebotes, lo que permitió al rival ponerse por delante. El gigantón Prades se comió a los pívots locales haciéndose dueño de la pintura. Al rescate tuvo que salir Bouldin y con el tejano en acción, permitió que su equipo no se viese sorprendido y en el intermedio el resultado era favorable a los de casa por 48-42.

Decisivo tercer cuarto

Tras el descanso, los abulenses se encomendaron a su mejor clase y esa calidad no defraudó. Consciente de su superioridad, el Óbila impuso su ritmo y se marchó por encima de los veinte puntos sobre el cuadro merengón. La labor defensiva abulense mejoró notablemente y los jugadores supieron buscar los múltiples defectos del contrario, que utilizó acciones antideportivas como la protagonizada por Pappas sobre Facundo Madoz al que pateó en el suelo.

A pesar de la amplia ventaja con la que encaraban el último cuarto (76-55), los locales se relajaron y los madridistas aprovecharon la ocasión para ponerse a diez (80-70) y tener la posibilidad de dar la sorpresa, ya que aún quedaba más de la mitad del tiempo del período y en el bando verderón era eliminado Federico Castelló por cinco personales. Pero los abulenses, comandados por Bouldin y con Sergio Sánchez anotando dos triples decisivos, supieron aguantar el tipo ante el empuje visitante e incluso permitir la salida a cancha de jugadores no habituales como Rubén López y Javier Basarte.

Al cuadro de Antonio Cano le restan únicamente dos partidos de la fase regular, el próximo en Girona ante el Sant Josep, que se jugará el viernes 24 de abril, en el pabellón Fontajau de Girona, a partir de las 21:00 horas. Luego acabará frente a su afición el 1 de mayo recibiendo al Balneario de Archena.

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