Es de esperar que la ausencia de partidos durante quince días no haya afectado negativamente al cuadro de Julio Rodríguez, sino todo lo contrario, para coger fuerzas y recuperar los puntos perdidos en las jornadas anteriores. Los tres inmediatos rivales son accesibles para obtener la victoria; primero el mencionado Ribeira Sacra; después vendrá a Ávila el Cajasur; y por último, nuevo viaje a Canarias para jugar frente al Maspalomas. Los tres encuentros restantes que quedarían para finalizar la fase regular de la Superliga serán ante equipos con teórico mayor potencial: Grupo 2000 Murcia, Visual Home Benidorm y Universidad de Burgos, pero en los que no hay que descartar algún triunfo para asegurarse la octava plaza.

La intención del Ávila Voley en tierras gallegas no es otra que la de ganar y vengarse, deportivamente hablando, de la derrota que les infringieron las lucenses en el mes de noviembre. El encuentro es de la máxima transcendencia para las aspiraciones futuras y una derrota supondría perder la primera de las seis finales que tiene el cuadro abulense de aquí al 25 de marzo. Para Ribeira Sacra también el choque es de vital importancia, porque están a un puesto de las dos plazas de descenso y querrán retornar a la senda del triunfo tras perder en las tres últimas jornadas.

El Ribeira anda escaso de efectivos, sobre todo de centrales, dado que se encuentra lesionada la búlgara Kristina Tzvetanka, fichada en el mercado de invierno. Tampoco disponen de otras centrales que comenzaron la temporada como Marita López y la brasileña Katia dos Santos, que causaron baja en el club. El bando abulense está prácticamente al completo, con Leslie Finn en proceso de recuperación de su lesión, pero que podría saltar a la cancha de A Pinguela.