Formando parte de uno de los equipos madrileños estará la deportista abulense Inés Mouzo Casillas, que ha sido integrante de la selección española de ‘kin-ball’ (foto derecha), una espectacular y entretenida modalidad deportiva en pleno desarrollo, en la que actualmente es Castilla y León la campeona de España, titulo obtenido en Madrid en junio del pasado año por un grupo de segovianos, estudiantes de Inef.

La fase previa del campeonato tendrá lugar el sábado entre las 17:30 y las 21:30 horas, para disputarse la final en la mañana del domingo, de 11:00 a 13:30 horas.

Curso de árbitro-entrenador

Además de la competición propiamente dicha, los días 13 y 14 de octubre, Segovia acogerá un curso oficial de entrenador-árbitro de ‘kin-ball’, en su nivel II, que tendrá como profesores a dos de los mejores entrenadores-árbitros de este deporte, procedentes de Canadá, lugar de origen del ‘kin-ball’ y país vigente campeón del mundo.

QUÉ ES EL KIN-BALL

Se juega con una pelota de 1,20 metros de diámetro y un kilo de peso. Tres equipos de diferentes colores (negro, rosa y gris), formados cada uno por cuatro personas compiten entre sí. El equipo que se encuentra en posesión del balón, tiene que pronunciar la palabra “omnikin” seguido del color del equipo al que quiere atacar, que debe interceptar la pelota antes de que ésta toque el suelo. Si la coge sin que contacte con el suelo, pasa a tener el turno de saque. En caso contrario, los otros dos equipos se anotan un punto cada uno, volviendo a sacar de nuevo el equipo que había realizado el ataque.

Los jugadores del equipo que es atacado tienen que formar un cuadrado alrededor del balón para tratar de cubrir todo el terreno de juego, constituido por una superficie cuadrada de 21 metros de lado.

Un partido de ‘kin-ball’ consta de tres tiempos de un cuarto de hora cada uno. Para que un lanzamiento de balón sea válido es necesario que tres jugadores del equipo estén en contacto con el mismo, mientras que el cuarto lo golpea.

El balón tiene que recorrer al menos una distancia equivalente al doble de su diámetro, o lo que es lo mismo 2,40 metros, antes de contactar con el suelo, no pudiendo lanzarse el balón hacia abajo, ni efectuar dos veces seguidas el lanzamiento el mismo jugador.