Alguna vez tenía que pasar y llegó en la octava jornada. El equipo de balonmano abulense se jugaba mucho en el encuentro de la tarde del sábado: obtener su primera victoria y salir del último puesto de la clasificación. Dos objetivos a lograr de una sola tacada que se consiguieron no sin mucho sufrimiento, en un partido de escasa vistosidad donde los nervios estuvieron a flor de cancha.

Ambos contendientes no sabían lo que era ganar esta temporada y ninguno de los dos quería coger el farolillo rojo. Para fortuna del técnico local, en esta ocasión disponía de un variado banquillo donde escoger, que podría ser decisivo para inclinar la balanza a su favor. Pero el BM El Espinar no renunció a llevarse el triunfo y durante los primeros veinte minutos estuvo igualado con el Asisa en el marcador, replicando a cada uno de los goles abulenses. Fue diez minutos antes del descanso, cuando el cuadro de José Luis Carrasco marcó unas ligeras diferencias que le permitieron irse a los vestuarios con tres tantos de ventaja (14-11). El primer período había sido embarullado y con unas jugadas escasamente elaboradas.

Con la misma tónica se inició la segunda parte, poco juego y errores por parte de los dos equipos. El conjunto abulense pudo mantener su ventaja que creció hasta los siete puntos cuando quedaban diez minutos para finalizar. Con mucha tensión, Asisa aguantó los intentos espinariegos de acercarse al electrónico, pero la impotencia de los de Manuel Campo y varias paradas del meta abulense Dionisio Zaera impidieron su propósito, de modo que al final de la hora de juego, los dos puntos se quedaban en casa por el primer partido ganado esta temporada.