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Cazadores de Valladolid reclaman que se repita el campeonato regional

Por las perdices escondidas dentro de un tiesto La Federación vigiló la zona para descalificar al que depositó las aves, pero nadie acudió a liberarlas

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José Luis Villar/EL NORTE DE CASTILLA

 

El equipo de Olmedo desplazado hasta la localidad abulense de Mengamuñoz para apoyar al subcampeón provincial Luciano Carromero Cabezas, en los cuartos de final del Campeonato Regional de Caza de Castilla y León, ha denunciado graves anomalías durante el torneo. Anomalías que a su juicio invalidan el campeonato, algo de lo que discrepa frontalmente la Federación, organizadora del evento. Y todo ello pese a las advertencias efectuadas por el presidente de la Federación, Luis Ciria, que advirtió de que se exigía un escrupuloso cumplimiento de las normas so pena de graves sanciones.

 

Según Juan José Martín, José Antonio Sanz y Javier Abárzuza, aparecieron dos perdices escondidas bajo un tiesto colocadas supuestamente por algún cazador, lo que en opinión de Martín tendría que haber supuesto la suspensión. Además, según explica Luciano Carromero, «nos indicaron que si alguien llegaba antes de las 14.00 horas al punto de control o se acercaba a menos de 250 metros, quedaría descalificado, y resultó que varios cazadores llegaron antes y en lugar de sancionarles les indicaron que volvieran tras la hora fijada». Debido a estas irregularidades, que según José Antonio Sanz denunciaron todos los cazadores salvo uno, presentarán un escrito de queja ante la Federación.

Respuesta

Desde el estamento federativo se reconocen las irregularidades, pero no se apoya la anulación. Según ha explicado el presidente, Luis Ciria, es cierto que un juez encontró dos perdices bajo un tiesto, y que por ello decidieron montar un dispositivo de investigación para rastrear si había más engaños y si el cazador que las había colocado se acercaba a por ellas y sancionarlo, lo que no ocurrió. Como consecuencia de este despliegue, continua Ciria, «no nos dio tiempo de instalar las banderas que señalaban los 250 metros de distancia del punto de control, provocando de cuatro cazadores lo traspasasen antes de la hora, y puesto que había sido culpa nuestra por no señalarlo, les indicamos que retrocedieran y entraran tras la hora». También reconoce que tal vez se podía haber suspendido el campeonato al detectar las perdices escondidas pero que tal hecho no beneficiaba a nadie, ya que tendrían que repetirlo, y en lugar de ello, pensaron que lo mejor era asegurarse de que no habían más trucos e intentar encontrar al culpable para sancionarlo sólo a él.

 

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