La inauguración de la competición se ha caracterizado por la ausencia de varios países a consecuencia del boicot que la Federación Mundial ha realizado a la Española, que el próximo año se incorporará a un nuevo órgano federativo de carácter mundial que se crea para unificar el deporte del kickboxing. La federación que nazca tendrá el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional (COI) y de la G.A.I.F.

Por ello, al campeonato de Europa no se le ha dado la publicidad necesaria para que asista una amplia representación de las distintas naciones. No obstante, los rivales que participan en la capital hispalense son de reconocida calidad, habiendo obtenido distintas medallas en los campeonatos mundiales. Para el kickboxing abulense el europeo de Sevilla supone la oportunidad de adquirir mayor experiencia internacional y consolidarse como potencia ante los países extranjeros.

Jesús fue el primero a quien le correspondió pelear y lo hizo frente a Javier Plaza, un púgil que es campeón de España, que ganó a los puntos al abulense, aun cuando éste demostró estar en buena forma, poniéndoselo difícil a Plaza. La potestad que tiene la federación española como organizadora del campeonato de colocar a varios púgiles españoles en el mismo peso le ha jugado una mala pasada a Peral en el sorteo, donde le tocó un rival de muchos quilates.

A continuación salió a combatir Juan José Velayos contra un miembro de la selección de Ucrania, actual campeón del mundo en -76 kilos y subcampeón en -72,5. Velayos marcó un ritmo que se amoldaba al acierto del contrario, teniendo momentos de gran calidad que sorprendieron al ucraniano y finalizando el asalto tratando de tú al rival. Pero la decisión final de los jueces no fue favorable al abulense, que perdía la pelea.

El último en pelear fue Miguel Ángel López Gil, también con un representante ucraniano, dentro de la categoría de menos de 82 kilos. El contrario del abulense se mostró duro con un magnífico manejo de piernas y de la distancia, acreditando el porqué llegó en su día a ser campeón del mundo en light contact. A pesar de la dificultad, López Gil supo amoldarse a las circunstancias, acortando la distancia y golpeando con los puños, táctica que le permitió vencer a los puntos en el combate.