En su larga y cálida relación con el Tour, Carlos Sastre se ha ganado la condición de, si no máximo favorito, sí al menos la de compartir candidatura con el resto de aspirantes a la victoria. Cinco top ten en la ronda francesa le avalan. Tras su tercer puesto en 2006 y cuarto en 2007, el veterano ciclista madrileño-abulense ha preparado minuciosamente el asalto definitivo al primer escalón del podio. Sin embargo, las discretas actuaciones en todas las pruebas en las que ha participado esta temporada antes de la gran cita crean algunos interrogantes en la prensa y entre los aficionados.

-¿Usted también tiene dudas sobre su condición y su rendimiento en este próximo Tour?

-Los resultados que consigues con anterioridad a una gran cita como el Tour sólo valen como motivación y para sentirte más seguro de que estás bien. Hay corredores que los necesitan más que otros y en mi caso lo que me motiva es el Tour.

-¿En qué condición física y anímica lo afronta?

-Creo que estoy fresco y con ganas de empezar, porque ésa es la única manera de despejar todas las dudas que pueda haber.

-En lo que todos coinciden es en que CSC-Saxo Bank presenta uno de los equipos de mayor calidad. Otra cosa es la disciplina en torno al líder, que en principio es usted. ¿Le preocupa alguna revolución interna?

-No, porque todos y cada uno de los que allí vamos somos lo suficientemente profesionales como para saber lo que debemos hacer.

-Entonces, no cree que puede llegar a tener el enemigo en su propia casa…

-No y por una razón muy sencilla, porque a cada uno nos llega nuestro momento y aunque tengo dentro del equipo corredores con una proyección muy importante, como es el caso de Andy Schleck, éste será su primer Tour y lo que él y el equipo desea es que coja la experiencia necesaria que en un futuro le ayude a ser ese corredor que todos esperamos. Pero con esto no descarto que su baza pueda ser importante en el caso de que se destape del todo.

-Ha llamado la atención la exclusión de Iñigo Cuesta, su fiel escudero y gran amigo en las últimas grandes vueltas. ¿A qué se debe esta ausencia?

-La razón más evidente es reservarle para la Vuelta España. Sinceramente me hubiera gustado contar con él y con algún corredor más del equipo en el Tour, pero en esta carrera sólo participan nueve y los nueve que van han sido seleccionados por el equipo porque están en un buen momento de forma, porque tienen experiencia y porque se considera que es el equipo que se necesita para esta carrera.

¿No le echará en falta?

-A un buen amigo siempre se le echa en falta, pero Iñigo está contento con la decisión del equipo y sabe que los compañeros seleccionados van a luchar por ganar el Tour tanto como él hubiera hecho.

-Todos sus adversarios han mostrado una mayor implicación en algunas de las pruebas disputadas. ¿Está siendo usted el más conservador de todos?

-Hasta ahora sí. Creo que soy el único que me he tomado las cosas con mucha tranquilidad. Y sobre todo lo he hecho porque a partir de ahora me esperan tres meses cargados de mucha competición y de muchas responsabilidades. Para afrontarlo, quiero estar fresco y sereno. Sólo así podré tomar las mejores decisiones.

-¿Cree que, en su caso, es preciso tanto ahorro de energías?

-Sinceramente, no lo sé. Pero desde el comienzo de temporada tomé una decisión y he seguido con ella al cien por cien porque siempre he pensado que era lo mejor para mí.

-¿No tiene miedo de arriesgar toda la temporada en una carrera?

-No, porque tanto si lo hago bien como si no, será mi responsabilidad. Estoy haciendo las cosas bajo mi responsabilidad, sabiendo que esta es la carrera que quiero disputar y por qué.

-¿Cree que se enfrenta a su última oportunidad de ganar el Tour?

-Puede ser una de las últimas.

-¿Firmaría antes de la salida un tercer puesto en París?

-No firmo nada. Y no lo hago por una sola razón: porque voy a disputar la carrera que siempre me ha motivado. 

-Le preocupa que en los pronósticos se mencione a Evans, Menchov, Valverde y Cunego por encima de usted ¿Cuál es el suyo?

-De verdad, ni me lo he planteado. Voy a darle tiempo al tiempo.

-Estando todos en el mejor estado de forma, ¿a quién de ellos temería más?

-A Cadel Evans, porque es el único de los que allí estaremos, junto a otro corredor que curiosamente nadie nombra, que han estado por delante de mí en el podio.

-Usted ha dicho sobre el recorrido que le beneficia más que los anteriores por haber suprimido el prólogo y recortado la primera contrarreloj. Después de haber reconocido las etapas de montaña y los puertos que no conocía, ¿dónde cree que puede ganar este Tour?

-Creo que los Alpes, sin descuidar los Pirineos, serán los jueces de esta carrera.

-¿La ausencia de Alberto Contador empañará la victoria del que termine de amarillo en los Campos Elíseos?

-Esta será la incógnita que quedará siempre. Como la del mejor corredor de todas las épocas. Si queremos empañar las victorias, lo podemos decir con facilidad; demostrarlo ya es otra cosa. ¿Que la ausencia del último ganador será notoria? Seguro que sí. ¿Y que con él la carrera tomaría otro matiz? También. Pero empañar la victoria de un ciclista capaz de superar más de 3.500 kilómetros, con calor, montaña, viento y agua… No creo que haya muchos motivos que puedan conseguir esto.