Carlos Castaño es un ciclista profesional nacido en Madrid que hace poco tiempo ha pasado a formar parte del pelotón abulense por su ascendencia en la localidad de Villafranca de la Sierra y por estar residiendo actualmente en Ávila capital. Una vez finalizada la Vuelta a España, afirma que “sólo queda por disputar la mexicana Vuelta a Chihahua” que comienza esta semana “y algún criterium”.

Sobre la Vuelta opina que ha sido “bastante bonita y disputada”. “Por lo menos desde dentro se veía mayor seguimiento y apoyo” dice el corredor del Xacobeo. La verdad es que es increíble la afición que se está creando en Galicia y el apoyo que hemos tenido de todos ellos en la Vuelta. Nos hemos sentido muy arropados en todo momento y yo personalmente se lo quiero agradecer a todos”.

A punto de terminar la campaña, Castaño aprovecha ahora para relajarse “y dedicarte un poco más a ti y tus hobbies y a esas cosas pendientes e ineludibles que tenemos todos los mortales. Echas la vista atrás y analizas lo que has hecho en la temporada para intentar no cometer errores en la próxima. Ahora toca cargar las pilas para empezar con ánimos el año que viene”.

Y es que la temporada próxima parece que Carlos Castaño continuará en la escuadra gallega. Así se deduce de sus palabras al señalar que “dentro del equipo da la sensación de que todo está muy bien encaminado. El bloque completo de la Vuelta a España vamos a continuar. El equipo se ha consolidado y con los resultados de este año tendremos algún hueco en alguna ‘grande’ más.

Cita con un biomecánico italiano

Carlos Castaño está hoy en la localidad lombarda de Robbio para ser tratado por el biomecánico italiano Alessandro Mariano, el mismo que trabaja la posición sobre la bicicleta de infinidad de ciclistas. “Me lo ha recomendado Joaquim Rodríguez, porque a él le fue muy bien y encontró mucha mejora en el pedaleo”, comenta el ciclista madrileño antes de emprender el viaje.

Castaño espera poder “recuperar la rodilla que tanto problema me ha dado en la pasada Vuelta a España”, confiesa esperanzado. “Me ha quedado un sabor agridulce, porque me encontré muy bien de fuerzas, con buenas sensaciones, pero el golpe que me di en el manillar me produjo una tendinitis y no me permitía forzar al máximo en los momentos claves”, se lamenta el corredor afincado en Ávila.

Carlos quiere experimentar la recuperación de su rodilla en la próxima Vuelta a Chihuahua, que se disputa en tierras mexicanas del 6 al 12 de octubre. “Es prácticamente la última prueba de esta temporada y me gustaría hacerlo bien para despedir el año con buen sabor de boca”.