De los integrantes del pelotón abulense que están participando en la Vuelta a Castilla y León 2009, tras la celebración de la segunda etapa, una contrarreloj de 28 kilómetros por Palencia, el que mejor tiempo ha conseguido ha sido Carlos Sastre (Cervélo Test Team), a 2’32”, del ganado, el corredor estadounidense de Astana Levi Leipheimer.

Sastre hizo el puesto 36º, mientras que Francisco Mancebo (Rock&Racing) era el 59º, a 3’04”; Jesús Hernández (Astana), el 76º, a 3’37”; y Joaquín Novoa (Cervélo Test Team), el 100º, a 4’22”. En la general, Carlos Sastre es el 32º, Mancebo el 52º, Hernández el 66º y Novoa el 133º, ocupando este último la plaza de farolillo rojo de la clasificación.

El pronunciado repecho del Alto de Autilla aparecía marcado con una cruz en el rutómetro como el principal escollo de la jornada y se convirtió en el tramo del recorrido determinante a la hora de esclarecer las diferencias entre los corredores. También el viento fue un factor que incidió en la marcha de los ciclistas, tanto cuando empujaba hacia delante, como cuando minaba la cadencia de la pedalada de los corredores al soplar en contra.

El duelo está servido y la etapa de hoy por tierras leonesas, entre Sahagún y el Alto de San Isidro, de 159,9 kil´metros, puede ser el escenario de otro precioso combate en el seno de Astana. O no, en el caso de que las directrices sean mantener el maillot Burdeos de Lepheimer.

La contrarreloj de Castilla y León ha sido un test importante para Sastre

Comentario del ciclista del Cervélo Test Team desde Palencia:

“La contrarreloj de hoy, como todos esperábamos, ha sido una contrarreloj que va a decidir mucho en esta carrera, no todo pero sí gran parte, y hemos visto que las diferencias han sido bastantes grandes en una contrarreloj de 28 kilómetros en la que ha soplado aire por todos los sitios y en todas las direcciones.

Ha sido una contrarreloj dura, muy exigente, en la que en la primera parte el aire entraba a favor y de costado, y luego en la segunda parte entraba un poco más en contra y de costado y en los últimos siete kilómetros en los que daba mucho viento de cara.

A nivel particular, las sensaciones no han sido malas. Ha sido un  test importante para mí, en el que he podido ver que las cosas van por el camino que yo esperaba. Después de dos semanas con buen tiempo en casa y de haber podido entrenar en condiciones normales, la verdad es que las sensaciones no han sido malas. Esto me ayuda a seguir pensando que las cosas van bien y que mi presencia en las grandes citas, en el Giro de Italia, puede ser más que suficiente.”