Carlos Sastre ya ha grabado en su cabeza el recorrido del Giro 2010 presentado el pasado sábado en Milán. Un recorrido que el tercer clasificado de la pasada edición califica de “muy atractivo, con esa última semana marcada por tres etapas de alta montaña, prácticamente seguidas, con todas esas cimas míticas, como el Gavia, Mortiriolo y esos final en alto en el Zoncolan y Plan de Corones, y una contrarreloj que será la guinda final a un Giro realmente duro”.

Metidos en detalles, el jefe de filas del Cerveló opina que el prólogo de 8,5 kilómetros, que al igual que en la Vuelta de este año se disputará en Holanda, “no hará excesivas diferencias y sólo servirá para vestir de rosa al primer líder de la carrera”.

Sastre asegura que “es un Giro que beneficia a los escaladores, en el que también los sprinters tienen sus oportunidades”. “Será un Giro mucho más duro que el de este año, que presenta ocho etapas que superan los 200 kilómetros, con una maratón de 256, cosa que en los últimos años sólo ocurre en esta carrera”, añade.

Una vez desvelados los recorridos del Giro y del Tour, el abulense comenta que “sólo me falta conocer el de la Vuelta a España para decidir qué quiero hacer la próxima temporada”.

En Oviedo rompió una larga inactividad

El mismo sábado que se presentaba el Giro, Carlos Sastre volvía a vestirse de corto en el Criterium Ciudad de Oviedo, rompiendo una larga inactividad. “He vuelto a competir porque era un homenaje a Samuel Sánchez, un corredor con el que he compartido muy buenos momentos, entre ellos la Olimpiada de Beijing. Pese a la lluvia, tuvimos el calor del público, que hizo que todos disfrutáramos de una intensa jornada de ciclismo en la que tuvimos la oportunidad de estar con un montón de niños de León, Asturias y Cantabria”, señala el vencedor del Tour 2008.

Sobre sus sensaciones encima de la bicicleta, Sastre reconoce con una amplia sonrisa que “no eran las mejores, pero tenía ganas y chispilla, lo que hizo que lo intentara una y otra vez, llevándome el premio a la combatividad”. Ya más en serio, confesaba que “lo más importante de todo es que me encuentro ya muy recuperado tras el largo descanso que me había impuesto tras el Tour”.