El ciclista español Carlos Sastre ha terminado la quinta etapa sin ningún tipo de problemas. Los dolores del golpe en la espalda, de la caída de la primera etapa, van remitiendo, y el líder del Cervélo espera que llegue la montaña para ir escalando puestos en la clasificación general. Hoy, sin proponérselo, ganó tres posiciones, pasando del puesto 32 al 29, manteniendo los 2-13 respecto al líder Nibali.

Para el ciclista abulense, la de hoy “ha sido una etapa rápida, que ha discurrido por una zona abierta, donde ha soplado fuerte el viento”. “Después de 30 kilómetros se ha hecho la escapada, y luego ya se ha puesto a tirar el equipo del líder y los equipos de los sprinters, tratando de buscar ese final al sprint que al final no se ha producido”, comenta.

Ha sido un día en el que, climatológicamente hablando, ha habido de todo. “En la salida hacía frío, luego ha salido el sol, más tarde se ha puesto a llover, luego ha vuelto a salir el sol… Un día con cambios de temperatura bastante bruscos”, añade el del Cervélo.

Sobre la carrera en sí, Sastre opina que “después de la contrarreloj de ayer, los días de Holanda y el viaje a Italia, creo que esa parte final de la etapa, en la que habían unos repechos, ha pasado factura y ha provocado que el grupo se volviera a romper. Esto ha obligado a que los corredores importantes de cara a la general estemos siempre delante, atentos para no perder tiempo”.

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