El ganador del Tour de Francia, Carlos Sastre, está a unas horas de arrancar su décima participación en el Tour de Francia, la carrera por etapas más importante del mundo, de la que fue vencedor en el año 2008. El jefe de filas del Cervélo lo afronta con el dorsal número 91 con la duda de saber si está totalmente recuperado de la lesión de espalda que sufrió en el Giro de Italia.

Lo importante para el de El Barraco es que no tiene dolores aunque no haya podido entrenar con la intensidad que a él le hubiera gustado. Este inconveniente no ha variado para nada su forma de preparar la gran ronda francesa, ni tampoco sus intenciones, ya que ha declarado que “seguiré luchando como siempre lo hago hasta el final”.

Carlos Sastre vive, como todos los participantes del Tour de Francia 2010, la jornada de reflexión previa al inicio de la carrera. Hoy ha sido para el líder del Cervélo, según sus palabras, un día tranquilo. “Después del ajetreo del día de ayer, con la presentación del Tour, las reuniones del equipo y la rueda de prensa, hoy ha sido un día más llevadero”, comenta. 

El vencedor del Tour de 2008 ha tenido oportunidad de ver el recorrido del prólogo de mañana en Rotterdam. “Luego hemos continuado con un pequeño entrenamiento para poner a punto las bicicletas y demás material, y elegir los desarrollos que vamos a utilizar en la crono. La verdad es que todo está bien”, añade.

Sastre afronta un nuevo Tour con la tranquilidad que dan los años y la experiencia. “Estoy tranquilo, no tengo ninguna molestia en la espalda. Tenía mis dudas con la bicicleta de contrarreloj porque la posición aerodinámica no es la más agradable, pero no he sentido melestias ni dolores y eso me anima a darlo todo y a afrontar la contrarreloj con ganas de hacerlo bien”, concluye.

En el nueve que presentará el Cervélo, Sastre cuenta con dos hombres designados para ayudarle en las etapas decisivas de los Alpes y Pirineos en la segunda mitad del Tour. Son Xavier Florencio y Volodimir Gustov. Ambos son conscientes de que ese es su papel, señalando que “el objetivo principal es ayudar a Carlos”.

Además de Sastre, Ávila tendrá otro representante en el Tour, el debutante Jesús Hernández, que con el dorsal número 4, tendrá un papel importante en el Astana como gregario de Alberto Contador, que aspira a ganar su tercer Tour de Francia.

Pavés, Pirineos y el retorno de la crono larga, claves del Tour 2010

La edición de 2010 del Tour de Francia presenta un duro recorrido durante sus tres semanas, con un invitado especial como el pavés, el protagonismo merecido para los Pirineos con el Tourmalet y la contrarreloj larga de 51 kilómetros entre Burdeos y Pauillac para el desenlace final. Desaparecen la crono por equipos y las bonificaciones.

El camino hacia los Campos Elíseos comienza en la holandesa Rotterdam con un prólogo de 8,9 kilómetros, partiendo Jesús Hernández a las 17:42 horas, y Carlos Sastre a las 19:01. El pelotón pasará en sus primeros días por Holanda y Bélgica, con el peligro de los tramos de pavés, sobre todo los 13,2 kilómetros que hay en la jornada final de Arenberg, con sabor a clásica del norte. El adoquín es propicio para las emboscadas, con el añadido de que la meteorología lo puede complicar todo.

El Jura y el Macizo Central están en la primera semana, antes de los Alpes. La primera jornada montañosa será en la séptima etapa con final en un puerto de segunda (Lamoura). Al día siguiente será el primero de tres continuados con finales en alto, con la llegada a Morzine-Avoriaz. Tras una jornada de descanso, vendrán dos duras cotas de primera, una de segunda y la Madeleine, de categoría especial y que se coronará a más de 20 kilómetros de la meta.

La alta montaña no volverá hasta la etapa 14, con el final en Aix 3 Domaines y con el Port de Pairelhes, de categoría especial. 24 horas después los corredores afrontarán otro puerto de categoría especial, el Port de Bales, antes de llegar a Bagnères-de-Luchon.

A partir de ahí, el Tourmalet será el gran protagonista. Primero, en la etapa 16, cuando se ascienda al principio por el lado de la Mongie, y que pese a no acabar en alto será la etapa reina, ya que los corredores subirán también al Peyrosourde, el Aspin y el Aubisque. Posteriormente, tras el segundo día de descanso, el Tourmalet será nuevamente protagonista, pero esta vez como gran final de etapa y por el lado contrario a la anterior etapa, donde también estará el Marie-Blanque y el Soulour.