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Ilusión, respeto y sacrificio, son las tres palabras que conforman el lema principal de la Fundación Provincial Deportiva ‘Víctor Sastre’, tres valores que quieren “mezclar la cultura y el deporte”, según palabras del propio Víctor Sastre, para quien “el ciclismo hace equilibradas a las personas en la vida, capaces de estar en la victoria y la derrota”. El hombre promotor de un buen puñado de ciclistas que han triunfado en muchas carreteras, cumple sus bodas de plata como fabricante de corredores, 25 años desde que iniciase la antes llamada Peña Ciclista Ángel Arroyo, reconvertida hace dos años en la Fundación que lleva su nombre.
 Sastre preparaba con mimo el acto de presentación en la tarde del viernes en el Hotel Cuatro Postres de la capital abulense, y mientras lo hacía, comentaba que sigue con la misma ilusión de antes, “ayudando a los jóvenes con más fuerza y la experiencia que antes no tenía”. El éxito de su escuela ciclista lo basa en un “gran pueblo, El Barraco, que ha salido en todos los medios y cuyo nombre siguen paseando los ciclistas”.
Por eso ha querido que su Fundación sea en el 2007 el vehículo para homenajear a los “barraqueños ejemplares”, personas emblemáticas que han destacado en el mundo de la cultura, de las letras, de las artes o de la ciencia. “Son el equilibrio de la sociedad, que sirvan de ejemplo para que la juventud crezca sana u libre”.
Pero antes de la entrega de premios a 29 destacados hombres y mujeres de El Barraco, los 72 ciclistas que en total configuran las distintas escuadras de ciclismo, celebraron una sesión fotográfica en la que con los Cuatro Postes y las murallas de fondo, estuvieron desde los más pequeños de la escuela ciclista hasta los más mayores, en ciernes de abrirse camino en el profesionalismo.
Ángel María de Pablos, presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos de Castilla y León, fue el maestro de ceremonias de la entrega de premios a los barraqueños ilustres. Invitados entre el público se encontraban los alcaldes de Ávila y El Barraco, Miguel Ángel García Nieto y José María Manso, respectivamente; el anterior y el actual jefe del Servicio Territorial de Cultura, José Cubillo y Alejandro Núñez; el diputado provincial de Cultura, Juventud y Deportes, Juan Antonio González; la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Ávila, Patricia Rodríguez; los concejales de Izquierda Unida, Pedro Tomé y Santiago Jiménez; el presidente provincial de Cruz Roja, Javier Cerrada; el director de Comunicación de la Universidad Católica de Ávila, Maximiliano Fernández; el director de Caja Duero, José Ignacio Villarejo; y el presidente de la Federación de Ciclismo de Castilla y León, Roberto Coca. Y como no, también estuvo presente Carlos Sastre, el ciclista profesional del CSC, que prepara concienzudamente el próximo Tour de Francia.
 Para De Pablos, “veinticinco años de ciclismo suponen constancia, voluntad de trabajo, de no perder la rueda del año anterior. Y ahí está el trabajo bien hecho de la Fundación Víctor Sastre. Porque es importante formar campeones porque en la vida hay que ganar y tener ambición, pero es más importante que debajo de las camisetas se formen personas”. “No creo que haya un deporte más educativo que el de la bicicleta, en el que si es necesario hay que esperar a un compañero, hay que subir y bajar montañas, siendo una escuela de hombres, de personas por su carácter abierto y desprendido. El ciclismo es solidaridad con los compañeros e incluso con los adversarios”, exponía el veterano periodista especializado en ciclismo, que ponía como ejemplo del compañerismo aquella vez que Coppi y Bartali, enemigos irreconciliables en la carretera, marchaban juntos y el primero se quedó sin agua, pasándosela el segundo.
No faltó en el acto el reconocimiento a todos los que colaboran en la Fundación. “Detrás de mí hay un equipo y mi familia, la que me aguanta y me levanta la moral. Son el equilibrio para que pueda mantenerme”, dijo Víctor Sastre, cuyo proyecto no sería posible “sin la gente que altruistamente está trabajando. “Este barco necesita remeros. Yo no sería nadie sin ese grupo de voluntarios, que pensamos siempre en sumar no en restar. Y a todas las empresas comprometidas con las labores sociales tengo que darles mi agradecimiento, en especial a Caja Duero porque lleva los 25 años colaborando”, señalaba el padre de Carlos Sastre.
Entre los proyectos más inmediatos de la Fundación Víctor Sastre se encuentra la firma de convenios con la Cruz Roja y Cáritas, además del existente con la Universidad Católica, que les dota de una beca y media y donde los jóvenes ciclistas pueden recibir su formación académica con descuentos en los importes de la matrícula del 15 y 25 por ciento. Por cierto, que el presupuesto anual que necesita la Fundación Provincial Deportiva Víctor Sastre está entre los 80.000 y los 100.000 euros.
 En el acto fueron presentados uno a uno todos los ciclistas de los diferentes equipos con sus respectivos directores, procediéndose a la entrega de unos diplomas de reconocimiento a casi una treintena de barraqueños ejemplares, dos de ellos a título póstumo, uno dedicado a José María ‘Chava’ Jiménez. También lo recibieron el hermano de éste, Juan Carlos Jiménez Sastre y Carlos Sastre, estando entre los galardonados Ángel Arroyo, que fue uno de los trece premiados que por distintos motivos no acudieron a recoger su distinción.
A continuación llegó el turno de las intervenciones, empezando por Jesús Candil, un barraqueño que es director general de Desarrollo Industrial en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que añadió dos valores más a los tres que recoge la Fundación: “bondad y honradez”. Justo Nombela, otro hombre de El Barraco, doctor en veterinaria, dijo que “existe un camino en la vida para trabajar todos los días, como en el ciclismo dando pedaladas con mucho tesón”. El representante de la Diputación Provincial, Juan Antonio González le recomendó a Víctor Sastre que no se dedicase a la política “porque no sé que íbamos a hacer los demás”. Utilizando el símil ciclista, González afirmó que “el éxito es haberte unido con un equipo que sabe hacer los relevos cortos y nosotros hacemos de pelotón aunque sea chupando rueda”.
Finalmente se proyectó un documental y varios vídeos que recogían un resumen de los recuerdos y memorias de 25 años de actividad, siendo prolongadamente aplaudidas las imágenes en las que el ‘Chava’ ganaba en 1999 la subida al Anglirú en la Vuelta a España, terminando la serie de audiovisuales con la victoria de Carlos Sastre en la etapa del Tour de Francia en la que se colocó un chupete en la boca. |
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