Con la “tranquilidad de haber hecho todo lo que fue posible”, valoraba su séptima participación en el Tour de Francia el ciclista abulense Carlos Sastre, dos días después de finalizar la ronda gala. “Satisfecho” de haber intentando una vez más hacer podio, aunque al final se quedase a las puertas con un cuarto puesto en la general, el corredor del CSC bromeaba que quizá sería mejor dedicarse a ser ‘portero’ porque es la segunda vez consecutiva en que ha estado a punto de subirse al cajón de los Campos Elíseos.

Para Sastre en el podio del Tour “han estado los corredores más fuertes”, opinando que el vencedor Alberto Contador –al que no conoce personalmente- “ha mantenido una progresión ascendente” hasta conseguir la victoria en la prueba francesa, habiendo “hecho cositas en su carrera como los triunfos en la París-Niza y la Vuelta a Castilla y León”.

En su actuación en el reciente Tour, el ciclista abulense no ha tenido demasiados problemas físicos, salvo una pequeña caída sufrida al principio de la prueba, de la que “me fui recuperando satisfactoriamente conforme avanzaba la carrera”. Lo más destacado de su presencia en la ronda francesa, además del cuarto puesto en la general final, fue el ataque que realizó en la etapa reina que acababa en L’Aubisque. Sobre él, Carlos Sastre señala que “era un sueño difícil de cumplir por la dureza  de los puertos. Se trataba de eliminar corredores pero no me salió la jugada como yo quería”. Y es que los ciclistas importantes “tenían que hacer su trabajo de estar adelante”. “Cuando llegué al último puerto supe dosificarme bien y mantener posiciones para no alejarme del podio”, manifiesta el abulense.

Una armadura frente al dopaje

Acerca de la polémica del doping que ha envuelto una vez más al Tour de Francia, Sastre considera que “son situaciones duras” para él que “como persona y como deportista” no vive a diario. “De repente por la mañana, sin conocer nada, surgen los casos de Vinokourov, Rasmussen… te preguntan por ello y te dejan un vacío muy grande”, comenta. “Si te hundes en esta situación y piensas que todo el mundo hace lo mismo, no consigues concentrarte, por eso yo me he hecho una armadura y trato de que no entren en mí estas cosas porque no forman parte de mi vida ni de mi modo de pensar”, apostilla Carlos Sastre, estimando que “la UCI está trabajando para luchar contra el dopaje y eso me ayuda a seguir pensando en que todos corremos en igualdad de condiciones, de una forma natural y sin ayuda extra de ningún tipo”.

De la descalificación de Rasmussen cuando vestía el maillot amarillo, a Sastre le parece “triste la manera en que lo han hecho porque hay corredores que han trabajado para mantenerle líder y todo su trabajo no ha servido para nada”. Sobre estos casos confiesa sentir “vacío e impotencia”.

Vuelta a España y mundial

El principal objetivo por lo que resta de temporada del ciclista barraqueño es luchar por la próxima Vuelta a España, aunque sin plantearse un puesto concreto “porque cuando lo he hecho me he quedado en puertas”. No descarta participar en el mundial previsto para septiembre en la localidad alemana de Stuggart y que atraviesa dificultades para su celebración por los constantes goteos de dopaje que han hecho que el ayuntamiento germano congelase los fondos destinados al campeonato del mundo, además de la falta de apoyo de la televisión alemana y de los patrocinadores por la misma causa. “Me gustaría estar”, confiesa Carlos Sastre, “es un recorrido muy duro y mi presencia dependerá de si el seleccionador nacional me llama y si me encuentro recuperado de la Vuelta a España”.

Muy delgado por el esfuerzo realizado durante tres semanas de competición, con “cansancio físico y psíquico”, Sastre se tomará tres días tranquilos con su familia, siendo su próxima cita con la bicicleta el próximo sábado 4 de agosto, en la Clásica de San Sebastián, prueba puntuable para el ProTour, antes de emprender distintos criterios por Francia y Luxemburgo.