Después de haber finalizado en el puesto 64º de la clasificación general y habiendo estado a punto de ganar una etapa en el Giro de Italia, Pablo Lastras, el ciclista formado en la escuela de El Barraco descansa en su localidad natal de San Martín de Valdeiglesias.

Acerca de su participación en la carrera trasalpina, comenta que “a medida que pasaban los primeros días iba mirando el libro de ruta y diciendo qué día era bueno para mí y mis condiciones”, pensando en volver a ganar una etapa como ya lo hiciese en la edición del 2001. “El día que la etapa llegaba a Peschici perdí una buena oportunidad de coger la fuga y luego iba en el pelotón lamentándome. Por eso me dije que al día siguiente la cogía. Así fue, pero creo que fue el día equivocado con la gente equivocada. De salida, en una fuga de 38 corredores que pintaba muy bien, pero que nos dejaron en toda la tostada a Horrach y a mí porque también se metió Rujano y era una etapa en la que los últimos 50 kilómetros eran durísimos y con unos puertos trampa. Hicimos nuestro trabajo, intentando distanciar al pelotón y para que Rujano tuviese opciones de meterse en la lucha por un buen puesto de la general, pero petó. Yo también peté”, indica el madrileño. “Para que os hagáis una idea, en 45 kilómetros perdí 28 minutos”.

La minutada que le cayó a Pablo Lastras no desanimó al ciclista y al día siguiente de la contrarreloj se mete en una fuga en la que se nota bien. “Se pasa por meta y entramos en los últimos 11 kilómetros. Queda un pequeño repecho que subimos a tope y veo que todo se decide al sprint entre los tres que quedábamos. Iba a ser un sprint de fuerza, de llegar bien con 200 kilómetros en las piernas. No iba a ser un final de velocidad. Creo que llevaba una buena posición para afrontar el sprint con garantías y un maldito adoquín se cruzó en el camino”, comenta quien se tuvo que conformar con la segunda posición en la undécima etapa del Giro con meta en Cesena.

Para Lastras el recorrido del Giro “era un espectáculo y todo por la fiesta del ciclismo”. “La gente se ha volcado con nosotros y en los puertos ya ni os cuento: una gozada”, señala el corredor del Caisse d’Epargne. El Gavia y el Mortirolo fueron “una pasada” para Pablo, “no llegábamos nunca al fin”, estimando que su rendimiento en alta montaña estuvo “bastante decente”.

El ‘Penkas’ volverá a la competición en la Vuelta a Suiza, tras considerar que estuvo muy cerca de conseguir su objetivo en el Giro: ganar una etapa, algo que podrá hacer en la carrera suiza donde ya venció en la octava etapa del año 2005.