El británico Mark Cavendish, del Columbia, ya tiene su triplete en el Tour de Francia después de alzar los brazos victoriosos en la décima etapa, disputada entre Limoges e Issoudun, de 194,5 kilómetros, en una jornada lenta, con los corredores de huelga de pedales caídos por la decisión de la UCI  de eliminar con fines experimentales los auriculares de enlace con el coche del director.

El abulense Carlos Sastre ha entrado en el mismo tiempo que Cavendish, en el puesto 48, estando decimoquinto en la clasificación general, a 2’52” del portador del maillot amarillo, el italiano Rinaldo Nocentini.

Para el último ganador del Tour, “la décima etapa de este Tour de Francia ha coincidido con la fiesta nacional francesa y con el primer día sin ‘pinganillo’ desde hace mucho tiempo en el pelotón profesional. Para mí ha sido francamente un día bonito y tranquilo, en el que he tenido tiempo a ver muchas cosas, a poder hablar con muchos compañeros que de otra forma no sería posible, y bueno, hemos visto que al final la velocidad media siempre es la misma, alrededor de 40 kilómetros por hora en un terreno que no ha sido para nada llano, en constante sube y baja, carreteras estrechas y descarnadas que impiden que las bicicletas se deslicen con rapidez. Ha sido un día que se ha rodado con un ritmo alegre, amenizado por una escapada, mientras por detrás había armonía y control de los equipos de los velocistas para llegar a ese sprint masivo que todo el mundo deseaba”.

“Ha sido un día especial”, declaraba el ciclista de El Barraco. “Ahora comprendo por qué los corredores de la época de Bahamontes duraban tanto tiempo. A nivel particular ha sido un día en el que no he tenido complicaciones de ningún tipo, me he sentido arropado por mis compañeros, simplemente porque si se producen situaciones de caídas o pinchazos es conveniente estar todos agrupados para solucionarlo lo antes posible. Así hemos llegado a esta línea de meta, sin ningún percance, pero ellos estaban cerca de mí por si lo había.”, dijo Sastre.

Este miércoles se celebrará la undécima etapa del Tour de Francia entre las localidades de Vatan y San Fargeau, de 192 kilómetros. Habrá dos puertos de cuarta categoría. Esperemos que, ya con el pinganillo en la oreja, haya algo más de emoción en la etapa.