El británico Mark Cavendish confirmó su monopolio del sprint al igualar con su cuarto triunfo de etapa su marca de la edición anterior, en esta caso la undécima del Tour de Francia, disputada entre Vatan y Saint Fargeau, de 192 kilómetros, en la que Carlos Sastre llegó en el puesto 63º, sin pérdida de tiempo. Una jornada de transición que mantiene al italiano Rinaldo Nocentini con el maillot amarillo y con Sastre decimosexto en la general, a 2’52”.

El ciclista abulense ha criticado con dureza a la organización del Tour, puesto que considera que estas etapas cansan a los corredores y no son decisivas para la general. “La undécima etapa de este Tour de Francia ha sido una etapa muy rápida, atípica y extraña. Prácticamente desde el inicio ha habido un montón de caídas, luego se ha neutralizado la carrera porque uno de los globos de publicidad se ha deshinchado, lo que ha provocado que el pelotón se partiese en dos trozos", señaló.

A juicio de Sastre, "ha sido una carrera un tanto extraña en la que nunca se ha bajado de los 45 kilómetros por hora, en un terreno realmente duro, siempre sube y baja, con carreteras descarnadas". "Creo que estas etapas no están decidiendo nada en este Tour de Francia pero sí están provocando que en el seno del pelotón los corredores vayan acumulando cansancio de cara a la última semana de carrera", precisó.

"Yo no he tenido ningún problema en el día de hoy y me he vuelto a sentir arropado por mis compañeros. Es una pena que hayamos perdido el maillot verde de Thor Hushovd, pero Cavendish es el corredor más rápido del mundo en este momento y lo más importante es que queda todavía oportunidad de recuperarlo por delante y vamos a seguir luchando por ganar alguna etapa más y por conseguir ese maillot verde, aparte de otros objetivos particulares", añadió Sastre.

El pelotón del Tour de Francia vivirá mañana otra etapa llana, la penúltima antes de los Alpes, entre Tonnerre y Vittel, con 211 kilómetros de recorrido, la segunda más larga de la edición, que cuenta con cinco tachuelas de poca intensidad. Si los equipos de los llegadores se lo proponen, la etapa está destinada a ser la tercera consecutiva que llegará con el pelotón agrupado. La meta está situada en una pendiente ascendente que puede dar oportunidades a otros ciclistas que no sean Mark Cavendish como el español Óscar Freire.