El ciclista abulense Carlos Sastre (Cervelo) destacó una vez concluida la decimocuarta etapa del Tour de Francia, que se desarrolló entre las localidades de Colmar y Besançon sobre 199 kilómetros, las dificultades debido al "viento en contra y de costado", motivo que generó "estrés" en el pelotón.

"La etapa ha sido de nuevo muy rápida, en la que ha hecho muchísimo viento en contra y en algunos momentos de costado, lo que ha motivado que el pelotón fuese deprisa y hubiese bastante estrés, al tratar de estar todos los corredores que luchamos por la general delante, para no sufrir ningún despiste", comentó.

El vigente campeón de la ''Grande Boucle'' volvió a defender la labor de su equipo, debutante este año, pero que lleva dos victorias en la presente edición de la ronda gala tras las firmadas en Barcelona por el ''sprinter'' Thor Hushovd y ayer en Colmar por Heinrich Haussler.

"Ha sido un día en el que se ha formado una escapada numerosa, y por detrás más o menos ha habido un control. Nosotros hemos metido a un corredor como Hayden Roulston en la escapada, luchando por otra victoria de etapa, que es algo que está siendo muy importante para Cervelo en este Tour de Francia", afirmó.

Por otro lado, el madrileño afincado en El Barraco recalcó la gran labor de su conjunto, que le respaldó "en todo momento". "A nivel particular, no he tenido ningún problema hoy. Mis compañeros me han respaldado en todo momento y Hayden ha terminado en una posición muy destacada, lo que sigue animando al resto del equipo a tratar de seguir luchando por victorias de etapa", concluyó.

El corredor ruso Serguei Ivanov, del equipo Katusha, se adjudicó la decimocuarta etapa del Tour, de 199 kilómetros entre Colmar y Besancon; mientras que el italiano Rinaldo Nocentini (Ag2r) logró conservar la camiseta de líder. Sastre entró en la etapa en el puesto 94º, a 5’36”, cediendo un puesto en la clasificación general, donde ahora es decimoséptimo, a 2’52”.

Mañana domingo, el Tour entra en contacto con los Alpes en la decimoquinta etapa, sobre un recorrido con llegada en alto de 207,5 km. entre Pontarlier y el col de Verbier, casi nueve kilómetros de ascenso con una pendiente media del 7,5 por ciento.