Carlos Sastre ha pasado otra etapa de este Giro sin grandes dificultades, aunque en los últimos metros cediera 5 segundos con los corredores que, como él, están disputando las cinco primeras plazas de la clasificación general. Sastre entraba en el puesto 28º, a 9’58” del vencedor, el francés del Cofidis, Damien Monier, mientras que Pablo Lastras llegaba en el lugar 102º, a 15’30”.

“He pasado el día sin dificultades, hasta el último puerto, que era bastante tendido y en el que los últimos tres kilómetros, que eran los más duros, se han hecho muy deprisa y he estado ahí, cerquita de los mejores”, comenta el líder del Cervélo, que sigue quinto en la general, a 4’41” del líder, David Arroyo, que aventaja en 2h 42’30’ a Pablo Lastras (120º).

Sastre ha calificado la decimoséptima etapa de este Giro de una dureza media, “ya que hemos tenido el viento de cara prácticamente durante todo el recorrido y se ha ido siempre a un ritmo alto”. “El puerto que había a mitad de carrera de primera categoría se ha subido siempre a buen ritmo, detrás de la escapada”, añade el abulense.

“Lo importante es que hemos pasado otro día más de este Giro. Mañana esperamos recuperar un poquito de cara a ese fin de semana increíblemente duro”, concluye Sastre. Este jueves, nueva jornada de relax con una etapa llana entre Levico Terme y Brescia sobre un recorrido de 151 kilómetros.

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Floja actuación de los abulenses en el inicio de la Vuelta a Navarra

No ha sido muy afortunado el estreno de los ciclistas abulenses que participan en la Vuelta a Navarra. En la primera etapa disputada entre Lizarte y Pitillas, de 143,7 kilómetros, ganada por el belga Zico Waeytens (Davo-Lotto-Davitamon), abandonó Jorge Zamorano (CAI), mientras que Hugo González llegaba fuera de control en el último puesto, el 103º, a 29’38”. El único de los nuestros que logró terminar la etapa fue el tembleño Jesús García (CAI) y lo hizo a 7’19”, cruzando la línea de meta en el lugar 74º.

Mañana se disputa la segunda etapa de la ronda navarra elite y sub-23, desde Pitillas a San Adrián, con 147 kilómetros de recorrido y un trazado absolutamente plano sin ninguna cota de montaña.