VIVIR EN EL ESPÍRITU
(Esto es un resumen, si quieres la charla completa en pdf, activa aquí)

Después de la efusión del Espíritu se percibe una vida nueva. Es cierto que nos movemos en un terreno de fe, no de experiencia sensible y esto hemos de tenerlo siempre en cuenta. Lo que pasa es que la efusión a muchas personas les suele llegar a través de la experiencia de algún don, carisma o fruto del Espíritu Santo.
Nuestra carne odia los caminos del Espíritu. Por eso, al principio, el Señor suele dar una experiencia fuerte, la cual, como todo enamoramiento sirve para acumular recuerdos bellos que protejan los días de soledad y de desierto.

Lecturas de la Biblia que nos ayudan profundizar en esta meditación.

Jeremías 18, 1-12
         Somos como barro en manos del alfarero. Dios hace de nosotros una preciosa labor de orfebrería. San Pablo nos lo recuerda en su carta a los Romanos 9, 14-24

Juan 7, 37-39
         Jesús nos anuncia una promesa que se está haciendo realidad en ti: “Ríos de agua viva correrán de su seno”.
          La vida nueva y todo lo que le pertenece se mueven en otra dimensión y no va a ser pasada por el fuego al final de los tiempos, ya que es parte de la nueva creación.