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Pagina nueva 1        Carta del LUIS DEL PINO a los ingenuos que creen el la versión oficial del 11-M

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Querido defensor (I)

12 de Agosto de 2006 - 13:11:25 - Luis del Pino

Querido defensor de la versión oficial,

Perteneces a esa categoría de personas que está honestamente convencida de que el fondo de los atentados del 11-M está suficientemente claro. Y precisamente porque crees en ello de forma honesta es por lo que me dirijo a ti. Si fueras un sectario inmune a los razonamientos no perdería ni un minuto. Desde tu punto de vista, está claro que buena parte de lo que nos han contado se corresponde con la realidad: está claro, para ti, que hubo un grupo de islamistas más o menos fanáticos que decidieron atentar contra España porque Aznar decidió adquirir un alto grado de visibilidad en una causa a tu juicio injusta (la Guerra de Irak), que provocó la indignación en esas personas que luego terminarían asesinando a 192 inocentes.

Continuando con tu manera de ver las cosas, lo que nosotros llamamos incógnitas, enigmas o agujeros negros no son otra cosa que un intento desesperado, revanchista y poco riguroso de sembrar las dudas en un tema que está suficientemente investigado. ¿Acaso no está demostrada la participación de esos islamistas en los atentados? Es verdad que existían confidentes infiltrados entre esos islamistas, pero eso sólo demuestra que la mala suerte o la negligencia permitieron que ese atentado no fuera abortado. Una negligencia, por otra parte, que en cualquier caso sólo sería achacable al Gobierno que tenía por aquel entones la responsabilidad de protegernos: el del Partido Popular. Reconoces también que existe una trama española de suministro de explosivos sin la cual los atentados no hubieran podido llegar a producirse, o al menos no de la forma en que tuvieron lugar. Pero, en tu opinión, eso tan sólo demuestra la falta de escrúpulos de una serie de personajes a caballo entre la delincuencia organizada y la picaresca, que suministraron esos explosivos a los islamistas como podían habérselos suministrado a cualquiera que pagara lo suficiente.

A lo largo de los meses, tu opinión ha ido variando ligeramente. Si al principio despreciabas, por inverosímiles, las críticas que realizábamos a determinados aspectos técnicos de las investigaciones, últimamente te has visto obligado a reconocer que existen muchos aspectos inexplicables e inexplicados en el relato de los hechos: sabes (porque así lo reconocen los informes policiales publicados en El País) que siguen sin saberse muchos detalles, como por ejemplo el modo en que los terroristas fueron a Alcalá, la identidad de la persona que manipuló los teléfonos, los móviles que se usaron en seis de las trece bombas o el trayecto exacto que la mochila de Vallecas siguió desde la estación de El Pozo. Debido a ello, te has visto forzado a reconocer que la investigación oficial de los atentados ha pecado, en algunos casos, de "chapuza". Pero crees que intentar presentar esa chapuza como una conspiración no refleja más que la frustración del PP por la pérdida del poder el 14 de marzo. He intentado exponer las cosas como creo que tú las ves y te ruego que me disculpes si no he reflejado correctamente tus opiniones.

Permíteme ahora que te invite a contemplar las cosas desde el otro punto de vista. Y que me centre en tres aspectos de tus razonamientos.

La teoría de la chapuza. ¿Es posible que todos los errores detectados en las investigaciones no reflejen otra cosa que una forma de proceder chapucera de nuestras fuerzas policiales? Por supuesto que es posible. Y lo seguirá siendo en tanto no demostremos que fue otra cosa. Pero tendrás que reconocer que las pruebas de las que tú dispones para sostener que todo fue una chapuza son las mismas de las que nosotros disponemos para sostener que no lo fue: ninguna. Por poner un ejemplo: cuando alguien envía al juez un informe de análisis del explosivo de la mochila de Vallecas e incluye por el morro un componente (la metenamina) que no había aparecido en los análisis, afirmando a continuación que el explosivo de Vallecas coincide con el de la Kangoo en todos sus componentes, ¿se trata de una chapuza (de un error) o de una conspiración (un engaño deliberado)? Nosotros no podemos demostrar que fue un engaño consciente, pero tú tampoco puedes demostrar que fuera un error. En esas condiciones, ¿realmente te parece mal que reclamemos que se investigue cuál de las dos cosas fue? Porque, en el fondo, sí que existe un argumento sólido que podemos invocar en nuestro favor: el de la acumulación de errores. Son tantas las "chapuzas" detectadas que al menos me concederás que no resulta irrazonable contemplar la posibilidad de que tanto error no puede ser fruto de la casualidad. La teoría de la utilización. Desde tu punto de vista, el hecho de que en la trama del 11-M exista una subtrama española (los asturianos) y el hecho de que estén implicados varios delincuentes comunes sin ningún vínculo con el islamismo (por ejemplo, Abdelilah El Fadual o Rafa Zouhier) lo único que indica es que los islamistas "utilizaron" a esos españoles y a esos camellos para sus fines, lo que no resta un ápice al carácter islamista de los atentados. Tu razonamiento es correcto, pero está basado en un apriorismo: estás dando por sentado que, de todos los implicados, los más importantes son los islamistas. ¿Y si las cosas no fueran así? Tendrás que reconocer que hay otras alternativas igualmente posibles, como por ejemplo la de que la trama asturiana (en la que había más de un confidente policial) hubiera utilizado a los islamistas para conseguir un fin político por encargo de alguien. ¿O es que tienes algún dato que te permita certificar quién utilizó a quién? Desde ese punto de vista, ¿realmente te parece mal que reclamemos que se aclare cuál, de entre todas las posibilidades existentes, es la correcta?

La teoría de la negligencia. Que parece razonable que el atentado hubiera debido evitarse, dado el número de confidentes policiales implicados y dados los seguimientos previos a muchos de los terroristas, es algo en lo que todos estamos de acuerdo. Pero, mientras que tú achacas el fallo a una mera negligencia, nosotros reclamamos que se investigue si estamos ante algo más grave. De todos modos, fuera una negligencia o un "dejar hacer", creo que estarás de acuerdo conmigo en que es necesario continuar investigando. Porque, si se trató de una negligencia, tenemos que saber quién fue el negligente (con nombres y apellidos) y en qué consistió su error. Aunque sólo sea por poner los medios para que no vuelva a ocurrir un atentado similar. ¿Qué información llegaron a recopilar los confidentes? ¿A quién se la transmitieron? ¿En qué mesa de despacho se perdió? ¿Quién dio la orden de interrumpir los seguimientos a los terroristas poco antes de los atentados y por qué? Aunque tú tuvieras razón y todo hubiera sido una mera negligencia, supongo que no te parecerá mal que reclamemos que se sigan investigando los detalles. Porque nadie nos ha explicado aún en qué consistió, exactamente, esa supuesta negligencia y no hemos visto que se haya tomado ninguna medida para evitar futuras repeticiones.

Tengas tú razón o la tengamos nosotros, al menos me reconocerás que nuestra insistencia ha permitido que la sociedad española conozca ahora muchos más detalles sobre los atentados de los que hubiera conocido de no ser nosotros tan pesados. Porque hay dos cosas en las que creo que estaremos de acuerdo. La primera: que, para tratarse del mayor atentado de nuestra Historia, el grado de información a la ciudadanía sobre la marcha de las investigaciones ha sido, cuando menos, deficiente. Y la segunda: que la ciudadanía tiene derecho a conocer hasta el último detalle sobre esos atentados, dentro de las normas mínimas de respeto a la intimidad de los testigos o de los funcionarios. Y, si estás de acuerdo en esos dos puntos, tendrás que admitir que la labor que estamos haciendo "los conspiranoicos" tiene también su lado positivo: gracias a nosotros, tú mismo conoces hoy muchos más detalles acerca de esos atentados.

Si no te he aburrido hasta el momento, y si consideras posibles desde un punto de vista lógico otras alternativas distintas a aquéllas en las que tú crees, te invito a que leas mañana la segunda parte de esta carta, en la que haremos un repaso de algunos de los puntos más curiosos de las investigaciones, con el fin de encontrar entre todos alguna explicación.