Ensayo

Los Libros Plúmbeos de Sacromonte

(falsificación histórica)

¡Vae victis!

(¡Ay de los vencidos!

–Breno el galo a los romanos-)

Hoy traigo a la revista Fides una falsificación histórica que ocurrió n Granada después de la Conquista que fue creída verdad mucho tiempo y que trató de dulcificar la dura vida de los granadinos conquistados y sometidos a proceso de conversión al catolicismo a la fuerza, pese a las promesas hechas en la rendición de la ciudad en 1492 de que se les respetarían sus creencias y costumbres.

Desde 1525, sometidos los moriscos de Granada a duras condiciones por los Reyes de Castilla y la Iglesia Católica, intentaron conciliar su islamismo con el cristianismo para evitar su degradación social y expulsión de la Península mediante lo que se cree fue una falsificación de documentos grabados en plomo y que se denominaron Los Plomos de Sacromonte o los Libros Plúmbeos de Granada, que aparecieron en diversas cuevas del Sacromonte granadino entre 1595 y 1599. Eran 22 planchas de plomo grabadas en latín y árabe que se decían ser documentos dados a la Virgen por el Arcángel San Gabriel y que querían demostrar una idea de convivencia pacífica entre la religión católica y la islámica con evolución pequeña de doctrina destinada a los árabes por la Divinidad única para ambas religiones, aunque la católica tuviera la expresión trinitaria de la Divinidad sin ser politeísta, siendo las tres personas expresión de una sola Divinidad.

Un precedente fue el encuentro en la Torre Turpiano en 1588 de una caja metálica con huesos, un pergamino políglota y una imagen de la Virgen. Los huesos se atribuían al primer obispo, San Cecilio, árabe martirizado que había venido a Hispania con el Apóstol Santiago y que curiosamente después los Plomos de Sacromonte decían que Santiago y su discípulo Cecilio preconizaban convivencia sin guerra de las religiones monoteístas. Se pensó en el 5º evangelio y el obispo de Granada envió como verdaderos los Libros Plúmbeos a Roma; allí en 1682 los declaró falsos Inocencio XI y durante siglos estuvieron olvidados en Roma hasta que el cardenal Ratzinger (hoy Benedicto XVI) los devolvió a Granada en el año 2000.

Se han atribuido a Alonso del Castillo, traductor y secretario de Felipe II, y sus amigos de Granada los libros como una manera de evitar la expulsión de los moriscos igual que los judíos fueron expulsados, con pérdidas humanas, sociales y económicas, un mensaje para España y clara injusticia para ellos.

Prieto Callejo

CIUDADES Y DESIERTOS

Desde Cárcamo a Valpuesta

 “Miré los muros de la patria mía

si un tiempo fuertes ya desmoronados…” (Quevedo)

Recorrer los campos de la España rural es, en el presente, sufrir en el alma. Los cultivos de secano dejaron de ser rentables hace años por la producción limitada y los precios tasados a la baja y con importaciones de choque. Las comunidades rurales empobrecidas y sin ocupaciones alternativas dejaron de integrar trabajadores y los pueblos en muchas provincias van despoblándose, arruinándose al ser abandonados y cayéndose sus edificios.

Las macrociudades se comieron a los pueblos y éstos son en muchas provincias ruinas y abandono sin que los gobiernos de la nación hayan hecho nada para detener el deterioro, pues sin pobladores la maleza invade los campos no cultivados y loa pobreza mata la comarca.

En algunos sitios, el regadío mantuvo poblaciones operativas, pero ni esas pueden garantizar el futuro y ahora con la terrible crisis las megaciudades no garantizan el trabajo a los jóvenes ni a la mitad de la población.

Tenemos pues un deterioro inmenso de la población y las comarcas rurales y el medio ambiente sin cuidador se desertiza en muchos sitios. Restaurar y revitalizar las comunidades rurales exige: creer en ellas, dotarlas de medios, invertir y hacer exenciones tributarias temporales a los emprendedores y preparar empresas o cooperativas rurales suficientes y creativas.

No creo que se esté en ello y lo poco que se hace es por iniciativas privadas casi siempre.

Sin embargo se podría lograr trabajo para casi tres millones de personas invirtiendo en las provincias agrícolas industrializando esa producción, con tecnología y capital y haciendo como en el Medioevo “zonas de puebla” para  evitar  el  abandono y la desertización de todo el centro de España, menos las megaciudades que van quedando solas rodeadas de desierto empobrecido.

En algunas villas y ciudades pequeñas de España se intenta lo que se nos informó está haciendo en Cárcamo-Karkamu, pueblo pequeño pero de gran imagen, la casa rural Arkamo Atea de Teresa Andrés Ponga, que propone estancia lúdica, eventos agradables y contemplación del paisaje y singularmente de aves de multitud de especies, así como un intercambio de libros, curiosa experiencia, imaginativa. Bien por Arkamo Atea y sus gentes y nos prometemos disfrutar de sus maravillas y recuperar iniciativas para recuperar población por los ayuntamientos y emprendedores, creando hoteles rurales y centros privados de atención, culturización y vida rural.

Hay muchos que son éxitos notables tanto económicos como sociales y personales. Álava tiene muchas de estas iniciativas y nos ha impresionado en nuestra última visita a Valpuesta en la reunión de Valpuesta Redes 2.0.

Si además dedican los que vayan su tiempo a disfrutar de Valpuesta y sus aledaños como Valderejo y Berberana o Espajo o Salinas, “miel sobre hojuelas”.

En la zona verán ustedes que la hermandad del euskera y el castellano es una buena idea.

Salud, amigos.

P. Prieto Callejo.

Casa Rural Arkamo Atea.

Calle Real 6. Cárcamo / Karkamu, 01426

Teléfono(s):

629025650(Fernando); 656795570 (Teresa)

Email: info@arkamoatea.com

Web: www.arkamoatea.com

Contacto:Teresa Andrés

Coordenadas GPS: Latitud: 42.861252  Longitud: -3.040684

NUEVOS IMPERIOS

El mar Mediterráneo en sus costas ha sido cuna y asiento de la civilización en la que estamos y que definiríamos como egipcia, griega, romana, judaica y cristiana occidental.

La condición de democrática es discutible a veces, pues no han faltado tiranos que la limitaron ni pueblos que la agredieron en la vertiente sur y norte del Mare Nostrum.

La civilización mediterránea fue abanderada a partir de la destrucción de Cartago por los pueblos de la rivera norte, romana primero y desde las invasiones godas y bárbaras por los pueblos del norte de Europa, pero siempre acompañada o moderada por la cultura cristiana, aun con las divisiones que ésta tuvo.

Las mejores condiciones de vida que los europeos alcanzaron permitieron un aumento de población saludable que los hizo fuertes y dominadores del resto del mundo. También los desangró en luchas para dominarlo, y entre ellos mismos por la hegemonía, descuidando aspectos culturales, religiosos o políticos de hermandad. Los sometió a terribles guerras de naciones, de imperios o mundiales en que se masacraron y perdieron el liderazgo, que pasó a un pueblo hijo de Europa, que se erigió en imperio mundial: EEUU, que aún lucha por mantenerse como tal con guerras atroces, en las que también se arruinaron en hombres y dinero, con lo cual cae en los mismos problemas que tiraron siempre los imperios: demografía y economía; ambas menguantes, acaban con las apetencias imperiales, que necesitan ingentes sumas de dinero para sostener el peso de la púrpura.

Hoy hay un imperio global, claro, EEUU, y varios candidatos a destronarlo que detallamos: Rusia, esa inmensa nación euroasiática, y China, ese gigantesco país, imperial siempre; las naciones europeas juntas, juegan papel de acólitos necesarios pero ya no son capaces de ser alternativa global, y la India y Brasil, inmensos países, no tienen la industrialización necesaria para ser imperio. Los países islámicos, sin unidad y con inmensos problemas de modernización, tampoco son capaces de hacer frente a los retos que el imperialismo moderno exige y sus contradicciones les están llevando a unas revoluciones internas que tiran gobiernos y destruyen naciones con la complicidad y ¿ayuda? de los Estados Unidos.

En realidad, estamos pasando del imperio político al económico, casi tan duro y cruel como el anterior; la frase de Sarkozy a Zapatero lo retrató: “Quien no controla su economía no es independiente”.

P. Prieto

LA NUEVA ECONOMÍA DE RAJOY EMPIEZA MAL

Nos ha defraudado a muchos la actitud del gobierno de Rajoy ante el nuevo año con respecto a la economía. Lo empieza con recortes y ampliación de impuestos, que había prometido no hacer. Como siempre en estos casos se le achacó el motivo a la ocultación de datos del gobierno anterior, al que, curiosamente, los mismos  días  se premió con el collar de la Orden de Isabel la Católica a Zapatero, su vicepresidente de Política Territorial, Manuel Chaves, tendrá la Gran Cruz de Isabel la Católica y fue condecorada con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III la exvicepresidenta económica Elena Salgado, la misma que recibirá el resto de integrantes del último gobierno de Zapatero: Trinidad Jiménez, Francisco Caamaño, Carme Chacón, Antonio Camacho, José Blanco, Ángel Gabilondo, Valeriano Gómez, Miguel Sebastián, Rosa Aguilar, Ramón Jáuregui, Ángeles González Sinde, Leire Pajín y Cristina Garmendia, a todos por sus ”méritos relevantes” para la nación a la que dicen, después, que han arruinado.

Los gastos ocultos son, en su mayor parte, de las autonomías y en amplia mayoría las gobierna el PP, así que: “o todos moros o todos cristianos”, como se decía en la Edad Media.

Rajoy no nos dijo la verdad y ahora lo enmienda echándole la culpa al gobierno ido como pasa siempre; el anterior es el malo y éstos no le echan la culpa a Aznar o a Franco, como hacían los otros, o a la pertinaz sequía antes.

Ahora en serio, aumentar el Ibi, el impuesto de IRPF y demás es cargar sobre el pueblo el coste de la crisis y, por tanto, disminuir su capacidad de gasto y, con ello, se frena el consumo y se contrae la economía; es decir, habrá recesión más intensa. Se sube el IBI de los inmuebles y así se comprarán menos viviendas aunque se trata de corregir recuperando la exención parcial de impuesto a la primera vivienda que se compra.

No hemos visto bajada de sueldos a los grandes políticos, aunque sí se hace con los funcionarios, que, naturalmente, no están de acuerdo. Tampoco se ven recortes serios de las duplicidades como se decía, desmintiendo así sus promesas electorales.

No vemos estímulo a la creación de trabajo ni se apoyan las PYMES, con ello el número de empleos seguirá bajando y tampoco se anula el aumento del tiempo cotizado necesario para la jubilación, ni se adelanta la edad de jubilación para que se coloquen los jóvenes. Está visto en todo que “una cosa es predicar y otra, Sr. Rajoy, dar trigo”.

Está claro que al criticarle sus medias no le dejamos sus cien días de margen de confianza, usted tampoco nos ha dado tregua para hacer lo mismo que el anterior: gastar y que pague el pueblo que lo aguanta todo y no protesta ni se cabrea.

Creo que usted no dijo la verdad cuando prometió cosas en las elecciones y que ahora gasta como el manirroto anterior, y que en lugar de gastar usted y sus gobiernos menos, prefiere que paguemos más los de siempre.

Esperamos que rectifique y no se incline ante la presión de los mercados, los banqueros y los gobiernos fuertes del Reich IV y que deje que creen empleo los que pueden hacerlo, si no se les sangra, es decir, las PYMEs y los emprendedores, claro que para ello hay que decir la verdad y usted ya vemos que no lo ha hecho, ni parece que lo vaya a hacer.

Nota: Se escribió lo anterior antes de la comparecencia de Rajoy, que aunque tardía agradecemos. No estamos de acuerdo con las medidas, por incompletas y tendentes a echar el muerto al pueblo que no es el culpable.

Serían aceptables las medidas si, con la misma urgencia, se tomasen otras de corrección del gasto y del propio sistema político y estructural.

De todas formas, el señor Rajoy está en la arena política, así que: a lidiar el problema y suerte.

P. Prieto

YA SOMOS 7.000 MILLONES DE HUMANOS

En noviembre ha alcanzado el mundo los 7.000 millones de habitantes y va camino de doblarse el número en veinte años si no hay corrección importante.

Tierra sólo hay una y es improbable que se pueda derivar población fuera. Los que hay están aquí con problemas gravísimos de hambre ya y la posibilidad de erradicar el hambre y dar vida digna a tantos millones de seres no parece posible, máxime cuando las naciones dedican sus mayores recursos a la compra de armas de guerra.

El fenómeno de “crowding” o “amontonamiento” de las especies se da en todas, incluso en la especie humana, aunque en esta sea menos visible. Cuando se sobrepase el número N de cada especie animal por superficie se produce: agresividad, esterilidad, disfunción sexual y se matan o abandonan las crías.

El “crowding” humano ya existe y el control de la natalidad no ha sido suficiente, hasta ahora, para parar la hiperpoblación; con ello se origina presión sobre la tierra, extinción de especies de animales y plantas, contaminación del mundo y enfermedades psicológicas y físicas cada vez más intensas.

El coste para las sociedades del bienestar deseable y de la prevención y curación de enfermedades es inasumible para los estados y el hambre de alimentos, de bienes y de cultura ocasiona migraciones masivas hacia zonas más desarrolladas que dan conflictos interraciales importantes.

Las soluciones para la hiperpoblación no se asumen, salvo en China y es discutible buscarlas mediante métodos diversos:

a)      Reducción de la natalidad voluntaria o forzada con métodos naturales o quirúrgicos.

b)      Exterminio masivo por guerras terribles, lo que no es de recibo.

c)      Educación para el autocontrol de la reproducción.

d)      Mejora de la sanidad infantil para que vivan los nacidos y así los padres puedan confiar en que vivirán los que tienen.

e)      Finalmente, educación de los adultos para que su vida activa les dé seguridad sin tener que fiarla al número de hijos a tener.

Es tiempo de que el mundo  se conciencie de la existencia de la hipernatalidad y de que por métodos naturales o médicos dignos puede reducirse, pero ya queda poco tiempo y no tenemos que esperar que las epidemias, la implantación de métodos de exterminio o las guerras se encarguen de disminuir la población.

Somos ya demasiados en el mundo y el control de la población es una exigencia, pero sólo mediante la mejora de la calidad de vida y el respeto a la libertad del hombre puede buscar una limitación masiva de la natalidad en el mundo.

                                                                                                                                                             P. Prieto Callejo

JESÚS LAÍNZ EN VITORIA-GASTEIZ

Jesús Laínz en el Parque de la Florida

En este pequeño artículo en Fides quiero rendir homenaje a los artesanos y pequeños comerciantes que he conocido de ayer y hoy, que me han hecho agradable la vida y digna de ser vivida. Haber tenido una vida y a la larga me ha permitido conocer profesiones que hoy se han extinguido o están en vías de hacerlo, la industrialización y la mecanización las ha hecho desaparecer en gran número pero nos queda de ellas recuerdo entrañable.

Aún recuerdo al viejo zapatero remendón que ponía medias suelas a los zapatos de mi abuelo y se los hacía nuevos, adecuados a sus cansados y artrósicos pies con cariñoso trato de amigo; de la misma forma recuerdo a los sogueros que fabricaban cordajes en la explanada cercana a la casa familiar y que eran gallegos y había que proporcionarles la pita o el lino para fabricarlos. Los trilleros o briqueros de Cantalejo restauraban los trillos o los hacían nuevos y aportaban el misterio de su lengua propia, la “gacería”, a la calidad de sus trabajos artesanos; pero sobre todo eran amigos de la familia que recordaban a los que estaban y los que se habían ido. Buena gente, pues, los briqueros y entrañable su lengua que aprendí.

Particular empaque tenían los castradores de cerdos y de otros animales, se consideraban una especie de aristocracia rural, había que tratarles de Don y con sus batas blancas parecían cirujanos famosos en un hospital al aire libre.

Recuerdo también, cariñoso, para los afiladores, hábiles músicos de la flauta del dios Pan y serios restauradores de cuchillos, paraguas y cacerolas; se decía de ellos, además, que traían la lluvia. ¡El afilador…!

Los gitanos eran hábiles cesteros y en algunos casos además pequeños comerciantes de telas y de animales en ferias y aficionados a los pequeños y poco perjudiciales hurtos de gallinas; poco perjudiciales, sobre todo, para ellos. Buena gente los gitanos, casi todos y que hoy progresan, con la competencia, no muy legal, de chinos y otros extranjeros, legales o no.

El tendero de la esquina era otro puntal de la vida del barrio, querido por la mayoría, que cambiaba los huevos de nuestras gallinas por el bacalao, el pan y las frutas complementarias y el aceite, racionado todavía, en una larga y dura postguerra.

Había más pequeños autónomos y comerciantes, pero del que más me acuerdo era del quiosquero de periódicos de la plaza del barrio que traía la prensa del día, con sus pocas verdades y muchas mentiras pero que se permitía cambiarnos los tebeos viejos por otros y así leerlos con poco coste para nuestro exangüe bolsillo, él me permitió acceder a las primeras novelas del Oeste y las más elaboradas de Zane Grey e incluso me proporcionó los primeros libros serios de política y filosofía incluyendo alguno que se encontraba clasificado en el Índice de libros prohibidos de la Iglesia.

Para el quiosquero un afectuoso recuerdo y hasta un cierto relamerse de la lengua recordando las chucherías que también vendía.

Entrañable barrio y amigable gente que lo llenaba, incluyendo al inefable carterista del que todos conocían el oficio y que era respetado en el barrio, con su buena familia y sus bellas hijas; en el barrio es claro que no trabajaba y hacía bastantes ausencias pues a veces le cogían “in fraganti” y lo llevaban de vacaciones a la trena, una temporada; durante ella, el barrio ayudaba a la desamparada familia y hasta el tendero y el cura del barrio les echaban una mano.

Queda recordar al usurero que prestaba a un interés, para entonces alto, pero que los bancos de hoy han hecho bueno, en ocasiones, pues lo han tenido más alto y no se llaman usureros.

Entrañable y adorado barrio y amistosa gente, que han vivido y algunos siguen en esa tarea por el mundo, con amor.

Finalmente no pdía dejar este humilde recuerdo sin hacerlo de los guardias jurados del campo, gente seria, armados de tercerolas de la época napoleónica o así que cuidaban los frutos de los campesinos y los más serios policías armados que luego derivaron en su integración a la policía nacional, entonces eran una parte de la policía del régimen y les llamaban los grises a los que había que ver con precaución como a los “pretorianos” en todos los tiempos desde la Roma antigua y que individualmente eran buena gente.

Termino recordando también al tabernero o cantinero del bar a la orilla del río y que servía de solaz a la gente y alegraba un poco la sociabilidad de la gente con no demasiado gasto pues no había entonces demasiadas cosas aparte del vino, las gaseosas y algunos licores.

He hecho un recorrido por las gentes de mi barrio y tras recordar al cura y su pequeña y humilde iglesia, querido por unos y temido por otros, que hacía lo que podía por ayudar a las gentes del barrio que entrañables todos sufrían una época dura y pobre pero a distancia querida y añorada porque estaban todas ellas allí.

 P: Prieto Callejo

ESPAÑA EN GUERRA HOY